EL MUNDO › POR LA EXPULSION DEL PERIODISTA
La resaca de los anti-Lula
El diario The New York Times anunció ayer que “tomará las medidas apropiadas para defender los derechos de Larry Rohter”, el corresponsal estadounidense que fue expulsado por el gobierno brasileño. En un comunicado, el periódico afirma que “basándonos en consultas con asesoría jurídica brasileña, creemos que no hay base para revocar el visado del señor Rohter”, quien escribió un artículo sobre la supuesta afición a la bebida del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. La decisión del gobierno brasileño desató la polémica en los ámbitos político y periodístico, con críticas desde la administración Bush hasta el predecesor de Lula, Fernando Henrique Cardoso, y algunos petistas.
El director del matutino neoyorquino, Bill Keller, dijo ayer que “si Brasil tiene la intención de expulsar a un periodista por escribir un artículo que ofendió al presidente, ello generaría serios interrogantes sobre el compromiso profeso de Brasil con la libertad de expresión y de prensa”. Por su parte, el portavoz de la Cancillería estadounidense, Richard Boucher, declaró a la prensa que la medida “es inconsistente con el fuerte compromiso de Brasil con la libertad de prensa”. “Obviamente, el artículo no representa la visión del gobierno estadounidense”, aclaró.
Rohter fue expulsado el martes por el gobierno brasileño –que decidió suspenderle la visa temporaria y otorgarle ocho días para que abandone el país– debido a un artículo publicado el domingo en el que atribuyó alcoholismo a Lula. Según el Ministerio de Justicia de Brasil, es “inconveniente la presencia en territorio nacional del autor” por “el grave perjuicio a la imagen del país en el exterior” causado por la nota. El periodista del Times sugirió además que el supuesto hábito alcohólico del mandatario dificulta la acción del gobierno y preocupa a los brasileños. La versión periodística, que mencionó como fuente sólo a Leonel Brizola, un político enemistado con Lula, fue repudiada por la generalidad de los oficialistas y los opositores en Brasil, pero la expulsión del corresponsal no logró el mismo consenso.
Celso Amorim, canciller de Brasil, confesó ayer su incomodidad por haber sido calificado de “censor” y defendió la medida contra Rohter como una reacción del gobierno ante un “artículo calumnioso, injurioso y mentiroso que ofende al país”.
El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), organización independiente con sede en Nueva York, reaccionó ayer con críticas a Lula afirmando que se ha comportado “como un rey” al expulsar al periodista. “Una cosa es tener total libertad para criticar al presidente y otra es ofender la honra nacional en la persona de un jefe de Estado con un artículo totalmente inventado y calumnioso”, agregó. La Asociación de Corresponsales Extranjeros en Río de Janeiro dijo que, “independientemente del contenido del artículo de Rohter”, la revocación del visado es “un acto muy grave, que hiere la libertad de prensa y recuerda los períodos más oscuros de la historia del país”.
Por su parte, el antecesor de Lula en la presidencia, Fernando Henrique Cardoso, calificó el artículo de “superficial” y “exagerado”, así como de un intento de “transformar en internacional una supuesta preocupación que ni llega a ser nacional”. Cardoso, sin embargo, se sumó a quienes criticaron la expulsión del periodista, que calificó como “un acto de fuerza” que “hiere realmente el sentimiento democrático”. “Creo que hay que aprender en la vida democrática a convivir sin reaccionar con el hígado”, agregó el ex mandatario en una reunión con corresponsales extranjeros en San Pablo.
La decisión de cancelar la visa de Rohter fue respaldada por el oficialista Partido de los Trabajadores (PT), cuyo presidente, José Genoino, aseguró que “el país no podía quedarse callado. Brasil tiene que ser respetado”. Pero algunos correligionarios de Lula en el PT y opositores le pidieron al mandatario que deje sin curso la decisión de expulsar al periodista. “Sugerimos (...) al gobierno brasileño que no suspenda la visa de residencia en Brasil del periodista responsable de eseartículo, exigiendo que el periódico corrija la información distorsionada que publicó”, indica la nota, leída por el senador petista Eduardo Suplicy. Y el senador Sergio Cabral, del Partido Demócrata de Brasil (PMDB), aliado del gobierno, presentó un pedido de hábeas corpus en el Tribunal Supremo Federal para garantizar la permanencia de Rohter.