EL MUNDO › EL “NEW YORK TIMES” LE PIDIO DISCULPAS A LULA
Un brindis por la disculpa
Finalmente se arregló el litigio. El corresponsal del New York Times en Brasil, Larry Rohter, presentó sus disculpas al presidente Luiz Inácio Lula da Silva por el reportaje en el cual atribuía tendencias alcohólicas al mandatario. En una entrevista publicada ayer, Lula negó tener problemas con el alcohol. El pedido de disculpas llegó por carta “y fue aceptado”, según informó la presidencia. En consecuencia, el gobierno brasileño desistió de expulsar al periodista del país. El diario neoyorquino hasta el momento no confirmó el anuncio del gobierno brasileño.
El ministro de Justicia, Márcio Thomaz Bastos, ayer informó que Rohter presentó por carta sus disculpas al mandatario por el malestar causado con su reportaje. En la carta, el periodista transmitió que jamás tuvo la intención de ofender a Lula. El artículo, titulado “El gusto excesivo por el alcohol del líder brasileño se convierte en motivo de inquietud nacional”, había causado indignación general, que fue compartida por la oposición. Sin embargo, la simpatía hacia el gobierno con respecto a este tema se disipó el miércoles, cuando se decidió cancelar la visa de Rohter. Esta decisión generó una ola de protestas, incluso dentro de las filas oficialistas, por ser considerada excesiva y atentatoria contra la libertad de prensa. El ministro de Justicia afirmó que con esta carta de disculpas Lula desistió de ordenar la suspensión del visado del periodista, como anunció el martes pasado.
En una entrevista que la revista IstoE publicó ayer en Internet, Lula afirmó categóricamente que Brasil “no está gobernado por un alcohólico” y dejó abierta la posibilidad de cambiar de posición en caso de que el NYT reconozca “la tontería que hizo”. Explicó que no reaccionó como individuo, sino en función de su investidura institucional. “Yo no soy Lula, soy el presidente de la República. Eso representa una institución. No conozco a ese ciudadano (Rohter), nunca estuvo conmigo, nunca vio mi vida cotidiana. No debía haber transmitido al exterior la idea de que Brasil está gobernado por un alcohólico”, afirmó el presidente.