EL PAíS › PROPONEN A CARLOS BETTINI COMO EMBAJADOR EN ESPAÑA
Un felipista marcha a Madrid
Si el Congreso aprueba al candidato oficial, la codiciada embajada argentina en España será ocupada por un amigo de Felipe González y de las grandes empresas ibéricas, el abogado Carlos Bettini.
Por Nora Veiras
“Soy lobbista institucional y político de los españoles y en representación de intereses empresarios.” Así se definió en mayo del 2000 Carlos Bettini Francese. En ese momento combinaba sus tareas de gestor privilegiado de capitales ibéricos con las de asesor del Procurador General de la Nación, el menemista Nicolás Becerra. Ahora, este abogado que alterna su vida entre Madrid y Buenos Aires acaba de ser propuesto por el presidente Néstor Kirchner como embajador argentino en España. El amigo del ex jefe del gobierno español Felipe González se mostró complacido y declaró: “Acepto con mucho gusto este ofrecimiento que me hace el presidente Kirchner, no solamente por la relación especial que existe entre la Argentina y España sino por el profundo agradecimiento que tengo hacia la sociedad española”.
Bettini pertenece a una de las familias diezmadas por la dictadura militar. Su padre, su hermana, su abuela y su cuñado fueron secuestrados y asesinados en La Plata –su madre es una de las querellantes en el Juicio por Genocidio que instruye Baltasar Garzón–. La familia materna estaba vinculada con el ex Banco Comercial del Plata, de sólidas relaciones con la Iglesia. El con su madre, Marta, lograron salir del país y recalaron primero en Roma y luego en Madrid. En la capital española, Bettini empezó a trabajar como abogado en la Defensoría del Pueblo y a tejer sólidos vínculos con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que, a lo largo de años, mutaron en una estrecha relación personal con Felipe González.
Hasta 1993 estuvo radicado en España y fue forjando su perfil de lobbista. Como cabecera de playa para regresar a la Argentina utilizó su designación como representante de Iberia en el marco del proceso privatizador de Aerolíneas Argentinas. En esos años, Iberia pertenecía al Estado español y el socialismo gobernaba.
Al llegar al país en pleno apogeo menemista, Bettini, ex militante montonero, encontró conchabo en el Ministerio de Justicia. Pasó por las gestiones de Jorge Maiorano, Rodolfo Barra y Elías Jassan. En esa cartera trabajó con el ahora canciller Rafael Bielsa, con quien supo tener una buena relación que parece haberse roto en los últimos tiempos. El abogado platense fue después asesor de Becerra, el jefe de los fiscales, cargo que ocupó hasta principios del año pasado. Actualmente es secretario general de la Fundación Progreso Global, que preside Felipe González.
“Bettini es básicamente un ‘abrepuertas’ de primer nivel”, comentan en España y dan como prueba que “cuando pasa algo realmente importante sólo hay que mirar bien porque seguro que está en algún rincón de la pantalla”. En diciembre del ’99, cuando recién había asumido como secretaria de Política Criminal del gobierno de la Alianza, Patricia Bullrich, denunció a Bettini ante la Oficina Anticorrupción porque fue a verla para interiorizarse sobre las licitaciones para la construcción de cárceles.
En una entrevista con la revista Veintitrés, Bettini admitió: “Le dije que habida cuenta de mis relaciones con el sector español, la Cámara de Comercio estaba preocupada por el cambio de las reglas de juego con la llegada del nuevo gobierno”. El ahora propuesto embajador argentino dijo representar a la empresa española Dycasa, licenciataria de la construcción de la cárcel de Marcos Paz. La OA concluyó que “el lobby no es una actividad penalizada en la Argentina”. Y si bien sugirió que podría darse un caso de “incompatibilidad en el ejercicio de la función pública”, remitió el tema al propio Becerra. Obviamente, todo quedó en la nada.
Pero Bettini hace caso omiso de las críticas. En el último viaje de Kirchner a Madrid acompañó a Felipe González en su prolongada entrevista con el Presidente y se sumó a los encuentros con más de un empresario español. Su nuevo amigo es el magnate mexicano de las telecomunicaciones Carlos Slim, dueño de una fortuna personal de 7400 millones de dólares, a quien también contactó con la Argentina.
El Congreso tiene la palabra para confirmar su designación. Ayer un amigo de Bettini ironizaba: “En realidad, como Carlos tiene la ciudadaníaespañola sería más lógico que le den el plácet como embajador de España en la Argentina”.