EL MUNDO › SEUL ENVIARA A SUS 3 MIL SOLDADOS; INCIERTO EL DESTINO DEL REHEN
Irak, a la espera de las condenas
Un juez que lleva adelante las audiencias preliminares a soldados acusados de abusos pidió no demoler la cárcel Abu Ghraib.
Por Patrick Cockburn *
Desde Bagdad
La familia de un hombre coreano que enfrenta una ejecución en Irak anoche le rogó a su gobierno que repensara el plan de enviar 3000 tropas al país cuando se acercaba el límite de tiempo impuesto por sus captores. El gobierno surcoreano ratificó que enviará a sus soldados. Los militantes musulmanes en Irak dijeron que decapitarían al traductor coreano Kim Sunil, de 33 años, anoche a no ser que Seúl diera un giro total en su política. Un video mostrado por la televisión árabe Al-Jazeera mostraba a Kim suplicando por su vida. Una bandera detrás nombraba a sus captores como Jama’at Al-Tawhid y Jihad, el grupo conducido por Abu Musab Al-Zarqawi, un jordano acusado de tener conexiones con Al-Qaida. Mientras, el juez militar que está juzgando a los guardias de prisión estadounidenses por abusar de los prisioneros en Abu Ghraib dijo que la prisión es una “escena del crimen” y que no podía ser demolida –como sugirió Bush el mes pasado–.
Kim, un evangelista cristiano que habla árabe, había trabajado en Irak durante un año como traductor para una empresa coreana que abastece de bienes al ejército de Estados Unidos cuando fue capturado en Faluja el 17 de junio, un día después de que Seúl anunciara su plan de enviar más tropas. “Le pedimos que retiren sus fuerzas de nuestra tierra y que no envíen más tropas, y si no, les mandaremos la cabeza de este coreano”, dijo en el video emitido el domingo a la noche uno de los hombres enmascarados que rodeaban al aterrorizado surcoreano. El grupo dijo que Seúl tenía 24 horas para cumplir. Hasta anoche, su destino era incierto.
Durante las audiencias preliminares en Bagdad, el juez James Pohl se negó a sacar fuera de Irak el juicio de los tres soldados, Charles Graner, Javal Davis y Ivan Frederick. El juez pospuso el juicio de uno de los acusados hasta el 23 de julio, porque su abogado defensor no se había presentado, aduciendo la dificultad y el peligro de llegar a Bagdad. La audiencia previa comenzó ayer en un muy vigilado Centro de Convenciones en la Zona Verde en Bagdad, donde las autoridades de la ocupación tienen sus cuarteles. La esperanza es que los iraquíes se impresionen ante el hecho de que los culpables son llevados ante la Justicia, aunque las encuestas muestran que la mayoría de la gente en Irak ve los métodos usados en Abu
Ghraib como típicos de la conducta de las tropas de Estados Unidos en Irak. Las principales líneas de la defensa se hicieron evidentes ayer: los guardias tenían órdenes de ablandar a los prisioneros antes de ser interrogados y lo que hacían estaba autorizado por los altos mandos. Paul Bergrin, el abogado de Davis, les dijo a los reporteros que los rangos más bajos en la prisión habían trabajado bajo intensa presión de los comandantes y de la CIA y estaban usando “métodos israelíes”, incluyendo la desnudez, que se creían que eran efectivos contra los prisioneros árabes.
La defensa más clara de los guardias es que ellos eran sólo una pequeña parte en un giro general hacia el uso de tortura por el ejército de Estados Unidos. “No podemos tener soldados estadounidenses en la zona de guerra cuestionando la legalidad de las órdenes”, dijo Guy Womack, el abogado de Graner. Womack añadió que existía la posibilidad de que él tratara de interrogar a Rumsfeld. Los abogados de la defensa pudieron obtener permiso para interrogar a los altos comandantes de Estados Unidos en Irak, el general Ricardo Sánchez y el general John Abizaid, el jefe del Comando Central de Estados Unidos. Bergrin dijo “nos gustaría entrevistar a Bush porque sabemos que el presidente Bush cambió las reglas de compromiso para obtener inteligencia”. La audiencia de Ivan “Chip” Frederick fue pospuesta hasta el 23 de julio porque su abogado no se presentó y su intento de representar a Frederick por teléfono fue rechazado por el juez. Frederick está acusado de forzar a los prisioneros a masturbarse, de obligarlos a formar una pirámide humana y de decirle a un hombre encapuchado que sería electrocutado por los cables atados a sus manos si se caía de una caja.
La audiencia de ayer fue sólo para tratar los tecnicismos del juicio previo y el juicio completo tendrá lugar más adelante este año. La audiencia de otra soldado que está retratada en algunas de las más famosas fotografías, Lynndie England, que debía tener lugar hoy, en Fort Bragg en Carolina del Norte, donde ella está, fue postergada hasta el 12 de julio.
Fuera de la audiencia, la guerra en Irak proseguía ayer con los cuerpos de cuatro soldados de Estados Unidos encontrados en Ramadi, la ciudad sunnita musulmana, a 100 kilómetros de Bagdad. No resulta claro cómo murieron, ya que los soldados estadounidenses muy raramente se mueven en esta parte peligrosa de Irak excepto en unidades más grandes. Un video entregado a Associated Press mostraba los cuerpos de los hombres, todavía en uniforme, muertos. La única buena noticia para Estados Unidos y para el gobierno iraquí ayer fue que se reanudó el comercio del petróleo con unos cuantos millones de barriles después que se reparara el saboteado oleoducto.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.