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Por Andrew Buncombe y Andrew Gumbel *
Desde Washington y Los Angeles

Observadores internacionales supervisarán las elecciones presidenciales en Estados Unidos en noviembre. Hay una creciente preocupación por las máquinas electrónicas de voto y la manipulación de los padrones electorales que podrían llevar a una repetición del fiasco de Florida en 2000. Por primera vez, un grupo de expertos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) viajará a Estados Unidos para supervisar las elecciones por una invitación formal del Departamento de Estado. Un pequeño equipo de la OSCE supervisó en forma parcial las elecciones para el Congreso en 2002.
“Enviaremos un grupo de gente en septiembre para evaluar la cantidad de observadores necesarios para la elección. En 2002 fue un pequeño grupo”, dijo la vocera de OSCE, Urdur Gunnarsdottir. A pesar de que los equipos de OSCE solamente observarán su presencia, representa una victoria para aquellos que alertaron sobre la posibilidad de que se repitan las violaciones a los derechos civiles, que según ellos ocurrieron en la elección de 2000. En julio, 13 congresales demócratas escribieron una carta al secretario general de la ONU, Kofi Annan pidiéndole que envíe observadores. Después de que Annan rechazara el pedido, alegando que la administración Bush debería hacer la petición, los demócratas se dirigieron al secretario de Estado, Colin Powell. En una carta fechada el 30 de julio que fue hecha pública la semana pasada, el vicesecretario de Estado, Paul Kelly, les comentó a los demócratas de la invitación a la OSCE, pero no mencionó el tema de la ONU.
“Los miembros de la OSCE, incluyendo los Estados Unidos acordaron en 1990 permitir a otros miembros observar las elecciones de los demás países miembros”, dijo Kelly. “En concordancia con este compromiso, Estados Unidos ya ha invitado a la oficina de instituciones democráticas y derechos humanos de la OSCE a que observen las elecciones presidenciales del 2 de noviembre de 2004.” Los demócratas en el Congreso consideraron esta invitación como una pequeña victoria. “Es un paso en la dirección correcta”, dijo Barbara Lee, una congresal de Oakland. “Dada nuestra posición de poder en el mundo, deberíamos estar felices por la transparencia.” La OSCE, con base en Polonia, incluye a Estados Unidos entre sus 55 miembros y ha enviado a equipos para observar más de 150 elecciones dentro y fuera de Europa. Muchas de sus misiones de observación han sido en países con democracias débiles o dónde la idea de elecciones libres y justas no está bien establecida.
Los opositores de Bush están desesperados por evitar una repetición de lo que ocurrió en 2000, cuando hubo problemas con los padrones, las boletas y el recuento en Florida que originaron una serie de juicios que después terminó cuando la Suprema Corte eligió el nuevo presidente. El equipo de la OSCE no será el único observador durante la elección.
El grupo activista Global Exchange de San Francisco está organizando equipos de observadores independientes internacionales para viajar a Estados Unidos en dos ocasiones. La primera en septiembre para enterarse de las controversias en torno de las máquinas electrónicas para votar, los padrones, el financiamiento de campañas y después en noviembre para observar la elección misma. Las autoridades electorales de Florida ya han anunciado que no se les permitirá el acceso a los observadores al proceso de elección y que deberán mantenerse a por lo menos 15 metros de los lugares de votación.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman.