EL MUNDO › PARIS BUSCA SALVAR A LOS DOS REPORTEROS SECUESTRADOS EN IRAK
Francia, entre el velo y las dos vidas
El grupo extremista que mantiene secuestrados a dos periodistas franceses en Irak puso plazo hasta ayer para que el gobierno de Chirac revocara la ley que prohíbe el uso del velo islámico en la escuela. El plazo se habría extendido 24 horas. Francia dijo que no cederá ante el pedido.
Por Eduardo Febbro
El gobierno francés desplegó ayer todo el peso de su influencia para intentar salvarles la vida a los dos periodistas franceses secuestrados hace diez días en Irak por un grupo extremista, el Ejército Islámico de Irak. Las vidas de Georges Malbrunot, del diario Le Figaro, y de Christian Chesnot, de Radio Francia Internacional, están en manos de los mismos radicales que secuestraron y asesinaron el periodista italiano Enzo Baldoni. Pese a que París no participó en la aventura militar en Irak y fue el país que lideró el eje que se opuso al conflicto, los extremistas dieron plazo hasta ayer a las 21 hora local para que el gobierno francés retirara la ley sobre la utilización de signos ostentatorios en las escuelas.
Dicha ley, que debe entrar en vigencia este jueves, prohíbe el uso de signos religiosos demasiados visibles, sean pañuelos islámicos, kipás judías o grandes cruces cristianas. El gobierno, la oposición política, la diplomacia, la comunidad musulmana del país y los ciudadanos clamaron la liberación de los dos periodistas. Anoche, una vez vencido el plazo, Georges Malbrunot y Christian Chesnot aparecieron en un video difundido por el canal árabe Al Jazeera en el cual pedían a los franceses que saliesen a manifestar en contra de la mencionada ley. Poco después, en un comunicado transmitido por esa cadena árabe, los secuestradores anunciaban la prolongación del plazo por 24 horas suplementarias.
Al igual que otras capitales europeas confrontadas al mismo problema, París reafirmó que no tomará en cuenta las exigencias de los secuestradores y recordó que la polémica ley era un asunto interno de un país no musulmán y que, por consiguiente, se aplicará en la fecha prevista. Con todo, Francia envió a su canciller en una breve gira por Egipto y Jordania en busca de apoyos árabes para evitar la ejecución de los dos periodistas. Michel Barnier pidió a los secuestradores que liberaran a Chesnot y Malbrunot “en nombre de los principios de humanidad y respeto al ser humano, que son el centro del Islam y de la práctica religiosa de los musulmanes”. Hasta el mismo presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, intervino públicamente en Francia, pidiendo la liberación inmediata de los dos secuestrados. Ambos reporteros desaparecieron a mitad de camino de la ruta entre la capital iraquí y la ciudad santa de Najaf.
Ambos hablan árabe con fluidez, poseen una gran experiencia en zonas de conflicto y son autores de varios libros sobre los países árabes. Muzhar al Duleimi, presidente de la Liga por la Defensa de los derechos del pueblo iraquí, logró establecer un contacto con los secuestradores. Al Duleimi, que ya desempeñó un papel positivo en la liberación de otros periodistas secuestrados en Irak, dijo haber reclamado por la vida de los dos reporteros en nombre de la “posición honrosa adoptada por el gobierno y el pueblo francés frente a Irak”. Según trascendió en París, el Ejército Islámico de Irak es uno de los grupos más crueles que operan en el país. Fuentes autorizadas señalan que la célula extremista no está ligada directamente a Al Qaida y que está compuesta por sunnitas de obediencia wahhabita, es decir, la rama musulmana ortodoxa heredera de los preceptos de Mohamed Abdel Wahhab, el padre del Islam practicado en Arabia Saudita. El Ejército Islámico de Irak es uno de los dos grupos que, el pasado 31 de marzo, asumió la responsabilidad del asesinato de cuatro norteamericanos en la localidad de Faluja, al oeste de Bagdad.