EL MUNDO
Batman en el batipalacio puso en evidencia la falta de controles
En una forma extravagante de protestar, un activista disfrazado de superhéroe se metió en el palacio de Buckingham burlando la seguridad. Pedía por los derechos de los padres separados.
Un activista disfrazado de Batman burló ayer la seguridad y se coló en el palacio de Buckingham, residencia oficial de la reina Isabel II, para reivindicar los derechos de los padres separados, en un nuevo fracaso de la policía en su labor de custodia. El intruso, identificado como Jason Hatch, de 33 años y miembro del grupo Padres por la justicia, logró saltar la verja del palacio y accedió a una cornisa próxima al balcón principal, aunque no llegó a irrumpir en dependencias palaciegas, según la policía. En el momento del incidente, ni la reina, que pasa sus vacaciones estivales en Balmoral, Escocia, ni ningún otro miembro de la realeza británica se encontraban en el edificio, dijo una portavoz del palacio.
“Batman” penetró en el palacio de Buckingham, pese a la presencia de guardias armados, ayudado por dos individuos –uno de ellos vestido de Robin, inseparable compañero de Batman– que portaban escaleras y que fueron detectados por las cámaras de seguridad, informó la policía. Ante la mirada atónita de varios cientos de turistas y londinenses, el manifestante apareció en una cornisa, a unos ocho metros de altura, próxima al balcón en el que siempre sale a saludar la familia real en las grandes celebraciones de Estado. Con la máscara de orejas de punta, la capa negra y el traje gris con el murciélago estampado en el pecho del traje de famoso superhéroe de comic, Hatch colgó una pancarta en la que podía leerse: “Luchando por el derecho a tus niños”.
Desde el balcón, agentes de policía trataron de convencer al activista para que se entregase, pero el intruso hizo caso omiso y se dedicó a saludar, con ademán algo cómico de echar a volar, a la curiosa multitud congregada frente a la puerta del palacio. Tras casi cinco horas de negociaciones y tensa espera, la policía metropolitana de Londres logró retirar a última hora de la tarde al activista, que fue bajado con la ayuda de una grúa con cesta e introducido en un furgón policial.
El lapsus puso en evidencia la seguridad de la familia real, en proceso de revisión después de que un periodista mintiera y lograra infiltrarse como criado del palacio días antes de la visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en noviembre pasado. En junio de ese año, la incompetencia de la policía también había quedado al descubierto al colarse un comediante disfrazado de Osama bin Laden en la fiesta de cumpleaños del príncipe Guillermo, hijo mayor de Carlos de Inglaterra, heredero al trono.