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La Marcha Fúnebre de Chopin y los himnos francés y palestino acompañaron solemnemente el traslado del féretro de Yasser Arafat a hombros de ocho militares franceses, en traje de gala, en su último viaje. Un avión del gobierno de París se lo llevó a El Cairo tras un homenaje sobrio, el primero de los preparados al dirigente histórico. El líder palestino murió a los 75 años sin cumplir su sueño de convertir Jerusalén Oriental en la capital de un futuro Estado palestino, y tampoco consiguió que sus restos mortales descansen eternamente en este lugar sagrado.
El avión con los restos mortales del presidente de la Autoridad Palestina (AP) aterrizó ayer por la noche en el aeropuerto internacional de El Cairo. La esposa del presidente egipcio Hosni Mubarak, Suzanne, vestida de traje de chaqueta negra, recibió en el aeropuerto a Suha Arafat, viuda del dirigente palestino, quien viajó a bordo del mismo aparato en el que iban los restos del difunto. El avión se detuvo frente a una alfombra roja. Ocho guardias republicanos retiraron el féretro, cubierto con una bandera palestina, y lo llevaron a hombros al ritmo lento de un tambor. El ataúd fue colocado en un coche fúnebre para trasladarlo al hospital Al Galaa, en cuya morgue permaneció toda la noche, a la espera de que hoy por la mañana se oficie el funeral.
Decenas de naciones enviaron delegaciones a los funerales oficiales, pero sólo unos pocos países islámicos estarán representados por sus jefes de Estado, prefiriendo enviar, como la Unión Europea, a sus cancilleres. Las exequias se celebrarán en un recinto militar cerrado y siguiendo un protocolo muy estricto. El ataúd, cubierto con una bandera palestina, será colocado sobre una cureña de cañón y transportado a la mezquita Al Galaa. En la mezquita, luego de que el imán recite los rezos, se colocará de nuevo el ataúd sobre el carro de cañón para una corta procesión, seguido por los invitados que caminarán detrás. Según la tradición, cada uno de los pasos detrás del muerto cuentan como “una buena acción” en el día del Juicio Final. Al terminar la procesión se trasladará el féretro al aeropuerto militar de Almaza, desde donde partirá a Ramalá (Cisjordania) a bordo de un helicóptero.
Arafat será inhumado en su cuartel general de la Muqata, símbolo de su resistencia y su último cuartel general, que quedó casi en ruinas por los ataques israelíes y donde vivió confinado durante los tres últimos años por el ejército israelí. Los escombros de aquellos ataques desaparecieron y el edificio sufrió transformaciones urgentes para albergar lo más dignamente posible la tumba del líder. Arafat será enterrado frente a la que fue su habitación, entre varios árboles y dentro de un gran sarcófago de cemento. Dentro del sarcófago, y rodeando el cuerpo, será vertida tierra traída expresamente de Jerusalén, donde Arafat soñaba ser enterrado. La Muqata se convertirá en centro de peregrinación para los palestinos, quienes confían en que –tarde o temprano– podrán trasladar los restos de Arafat a Jerusalén.
Los líderes mundiales reaccionaron con moderación al comentar la muerte del palestino, pero todos coincidieron en desear que su deceso permita reanudar las negociaciones y asegurar la coexistencia pacífica de un futuro Estado palestino con Israel. “La muerte de Arafat es un momento significativo en la historia palestina”, dijo el presidente estadounidense George W. Bush, quien se limitó a enviar al funeral al ubsecretario de Estado para Medio Oriente, William Burns.. Un tono similar empleó el primer ministro israelí Ariel Sharon. “Esperamos que el nuevo liderazgo que lo suceda entienda que los progresos en la relación con Israel y la solución de los problemas deben previamente pasar por la guerra contra el terrorismo”, dijo Sharon. El presidente francés Jacques Chirac dijo que “seguirá trabajando incansablemente por la paz y la seguridad en Oriente Medio dentro del respeto de los derechos de ambos pueblos”. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo: “Será recordado por haber llevado al pueblo palestino a aceptar el principio de una coexistencia pacífica entre Israel y un futuro Estado palestino”. El papa Juan Pablo II hizo ruegos “para que la estela de la armonía resplandezca en Tierra Santa y los dos pueblos que la habitan puedan vivir reconciliados como dos estados independientes y soberanos”.
El Consejo Legislativo Palestino (CLP, parlamento) ayer llevó a cabo en Ramalá su primera reunión tras la muerte de Yasser Arafat. Su presidente, Rouhi Fattuh, prestó juramento como nuevo jefe interino de la AP para suceder en el cargo a Arafat por 60 días, tras lo cual habrá elecciones. Mahmud Abbas, quien hasta ayer era su secretario general, fue nombrado nuevo jefe de la OLP. El jefe de la oficina política de la OLP, Faruk Kadumi, fue elegido jefe del Fatah. El primer ministro Ahmed Qureia se mantiene en su cargo.