EL MUNDO
Bombas, comicios y postergaciones
Un experto iraquí calculó en 200 mil a los miembros de la resistencia. Washington quiere mantener la fecha de elecciones.
Mientras una nueva ola de atentados sacudía al país con un saldo de al menos 30 muertos, el ministro iraquí de Defensa, Hazem Chaalan, dijo que las elecciones podrían ser postergadas para que los sunnitas tengan la posibilidad de participar. En clara contradicción con estos dichos, Estados Unidos sigue empecinado en que las elecciones se lleven a cabo el 30 de enero, tal como estaba previsto. Por otra parte, según las estimaciones del jefe de inteligencia iraquí, general Mohamed Abdalá Chahwain, la insurgencia iraquí puede contar con más de 200.000 combatientes y simpatizantes, número superior a los cálculos del ejército norteamericano en Irak. De esta manera, se presenta un panorama sombrío de la situación de seguridad en el país, a menos de un mes de las elecciones generales.
“Les hemos pedido a nuestros hermanos árabes, especialmente a Egipto y a los países del Golfo, que intercedan ante los sunnitas de Irak para que participen en las elecciones, y si esa participación hace necesaria una postergación de las elecciones, entonces podrían aplazarse”, declaró Chaalan. Si bien el ministro consideró que a Estados Unidos le caería bien una postergación si se amplía la participación electoral, la Casa Blanca se manifestó firme en la fecha pactada inicialmente, el 30 de enero. “Creemos que la comisión electoral independiente y el gobierno interino iraquí se mantienen en que las elecciones deben realizarse el 30 de enero, y permanecemos en esa postura”, declaró el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Adam Ereli. “La decisión la tienen los iraquíes y dicen que las quieren el 30 de enero, lo que apoyamos”, agregó.
Sin embargo, las dudas resurgieron al registrarse una sangrienta jornada de atentados, uno de ellos cerca de la sede del partido del primer ministro iraquí Iyad Allawi, en las cercanías de la Zona Verde de Bagdad. A primera hora de la mañana murieron cuatro personas, entre ellas dos policías, y otras 24 resultaron heridas en un atentado con coche bomba cerca de la sede del Movimiento del Acuerdo Nacional, el partido de Allawi.
La agrupación islamista Ansar Al Suna, vinculada a la red terrorista Al Qaida, reivindicó esta “Operación Mártir heroico” en un comunicado en su página de Internet. Veintiún guardias nacionales iraquíes, dos policías y dos civiles murieron ayer en otros atentados, según el ejército estadounidense y la policía iraquí.
Según Chahwain, el número de miembros de la resistencia es superior al de los militares en el país. Actualmente, 150.000 soldados estadounidenses están movilizados en Irak. Según el jefe de inteligencia, de los más de 200.000 integrantes con los que contaría la resistencia, 40.000 personas forman el núcleo duro de combatientes. Los otros serían militantes de “tiempo parcial” o simpatizantes que suministran información, apoyo logístico y refugio a los rebeldes. Según expertos militares, es imposible precisar el número de insurgentes, aunque sin embargo estiman “valedera” la cifra del general Chahwain, en todo caso más creíble que los cálculos norteamericanos. “Puesto que él incluye a los activistas, los partidarios, así como los rebeldes de tiempo parcial y de tiempo completo, esta cifra parece estar cerca de la verdad”, afirmó el analista Bruce Hoffman, ex consejero del ejército estadounidense en Irak.
El analista Anthony Cordesman, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, indicó por su parte que las cifras del general Chahwain “reconocen el amplio apoyo del que se beneficia la rebelión en las regiones sunnitas, mientras que las de los norteamericanos minimizan ese hecho hasta negarlo”. La población sunnita ha sido marginada del proceso político desde la invasión estadounidense. Los vínculos tribales y las estrechas relaciones con el antiguo ejército disuelto por los estadounidenses han reforzado la rebelión. “Los iraquíes están cansados de la inseguridad, de la falta de electricidad. Sienten la necesidad de actuar. Es de esperar que algunos de los veteranos del ejército y sus familiares se unan a la rebelión”, afirmó Chahwain.