EL MUNDO › TRAS LA DERROTA DE LOS REBELDES
La mano dura de Toledo
El presidente de Perú, Alejandro Toledo, aseguró que su gobierno aplicará mano dura contra Antauro Humala y sus seguidores, responsables del asalto a una dependencia policial en la sureña ciudad andina de Andahuaylas, el sábado pasado. Los rebeldes mantuvieron en cautiverio a 21 rehenes durante cuatro días y causaron la muerte de seis personas, entre ellas cuatro policías.
Toledo, en un mensaje a todo el país, acusó a los autodenominados etnocaceristas de formar un movimiento “fascista y terrorista”. Humala se encuentra en Lima en un calabozo de la Dirección contra el Terrorismo, donde puede permanecer, de acuerdo con ley, hasta 15 días, mientras duren las investigaciones. Luego será trasladado a un penal de máxima seguridad si el juez así lo dispone. El insurgente y sus seguidores serían procesados por terrorismo, homicidio, asociación ilícita y tenencia ilegal de armas. El penalista Julio Rodríguez, sin embargo, considera que no se puede aplicar el delito de terrorismo sino el de sedición y rebelión, así como el de homicidio agravado por la muerte de los policías.
Tres ministros del gobierno fueron convocados ayer para comparecer ante el Congreso para dar explicaciones tras la rebelión.