EL MUNDO › ISRAEL ADVIERTE A LOS 20 FIRMANTES RUSOS
Campaña antisemita en Moscú
Por Andrew Osborn *
Desde Moscú
Las relaciones entre Israel y Rusia, ya tirantes, cayeron en picada un poco más ayer, después de que Jerusalén dijera que está determinada a castigar a un grupo de parlamentarios nacionalistas rusos que firmaron una escandalizadora declaración que fue condenada por los grupos judíos como antisemita y una vuelta atrás hacia el Tercer Reich.
La declaración firmada por veinte miembros del Parlamento ruso, del partido Patria y partidos comunistas exigía que las organizaciones judías fueran prohibidas en Rusia, sobre la base de que son extremistas por naturaleza, hostiles al pueblo ruso y que estaban implicadas en asesinatos rituales de niños.
La declaración lamentaba el hecho de que “todo el mundo democrático está hoy bajo control financiero y político del judaísmo internacional”, en clara referencia a que en Rusia la mayoría de los ricos oligarcas resultan ser judíos y dice que no quieren que Rusia esté entre los “países sin libertad”. Los judíos son “anticristianos”, declararon los parlamentarios, culpables de apropiación ilegal de la propiedad estatal” y de infiltrar el gobierno después del colapso de la Unión Soviética en 1991.
El pedido de los parlamentarios para que el fiscal general ruso investigue las actividades de los grupos judíos a fin de declararlos ilegales podría causar una conmoción en cualquier momento. Firmada días antes de que los líderes mundiales conmemoren el 60º aniversario de la liberación del campo de concentración Auschwitz-Birkenau en Polonia, la declaración provocó una indignación tal que forzó a los parlamentarios a retirarla sin explicación.
Sumando el insulto a la lesión, los parlamentarios sugirieron que los mismos judíos fraguaron los ataques antisemíticos en su propia contra, a la manera de “provocaciones”. Según una organización del gobierno israelí llamada “Foro Global en contra del Antisemitismo”, la cantidad de incidentes violentos de ese tipo en Rusia había incrementado de cuatro a 55 en el año pasado. El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Silvan Shalom, dijo que el país estaba decidido a tomar algún tipo de sanciones diplomáticas contra los parlamentarios ofensores.
“No podemos permitir que ninguna organización o país viva pacíficamente con un fenómeno de este tipo”, dijo Shalom al principal sitio web judío en Rusia. El escándalo se desató en un momento en que las relaciones entre Jerusalén y Moscú están muy tirantes por la perspectiva de que Rusia venda un misil a Siria, cuyo presidente se encuentra actualmente en Moscú en una visita no oficial.
* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Alicia B. Nieva.