EL MUNDO
Golpe mortal en Mosul
Un atentado suicida antichiíta dejó al menos 47 muertos y 81 heridos ayer en un ataque en un funeral en la ciudad sunnita de Mosul, al norte de Irak. El ataque, obra de un kamikaze con explosivos adosados al cuerpo, ocurrió en una sanadiq (carpa funeraria) levantada en una mezquita chiíta.
“Un hombre que estaba en la fila de las condolencias hizo estallar la carga”, explicó uno de los testigos. Es el primer atentado de envergadura contra la comunidad chiíta en Mosul, vértice del “triángulo sunnita”, corazón de la insurgencia en Irak. Mosul se ha convertido en un centro de intensas actividades guerrilleras y, según oficiales iraquíes, es una ruta para dinero y armas provenientes de Siria. Además, sospechan que muchos combatientes que huyeron de Faluja antes del asalto norteamericano sobre esa ciudad están aquí. Las mezquitas y funerales chiítas se han convertido en un blanco de los insurgentes. Una ola de bombas durante la celebración de Ashoura, el día más sagrado para los chiítas, mató a alrededor de 100 personas.