EL MUNDO › JUAN PABLO II SALIO A LA VENTANA ANTE LA MULTITUD
Bendición papal sin palabras
El Pontífice, por su frágil estado de salud, no pudo hacer su tradicional saludo “urbi et orbi” de Domingo de Pascua, en varias lenguas. Pone en evidencia los límites a su jefatura.
Por John Phillips *
Desde Roma
El Papa se asomó hacia la Plaza de San Pedro ayer bendiciendo silenciosamente a miles de peregrinos de Pascua, pero no pudo hacer su saludo tradicional “urbi et orbi”. El Pontífice apareció menos demacrado que durante sus última aparición pública el miércoles pasado e hizo la señal de la cruz. Pero cuando trató de hablar, el líder católico romano fue incapaz de pronunciar palabra, lo que llevó a sus colaboradores a retirar rápidamente el micrófono colocado enfrente del enfermo líder de 1100 millones de católicos del mundo.
Juan Pablo evidentemente había esperado poder hacer su tradicional bendición pascual en varias lenguas, pero estaba lejos de haberse recuperado de la traqueotomía a la que se sometió para aliviar sus crisis respiratorias originadas por la gripe y los efectos de la enfermedad de Parkinson. Se limitó a impartir la bendición con su mano derecha, en silencio, frente a miles de feligreses que lo seguían atentamente.
Juan Pablo ofició el servicio en su capilla privada desde donde sus imágenes eran transmitidas por video sobre pantallas erguidas en el Coliseo, pero la cámara del Vaticano sólo lo filmó oblicuamente desde un costado. El encargado de presidir la Misa de Resurrección fue el cardenal Angelo Sodano, quien afirmó que el Papa “más que nunca está cercano a nosotros y nos saluda de corazón”. Sodano fue el encargado de leer el mensaje pascual del Papa y sus saludos pascuales en más de 60 lenguas.
En su mensaje de Pascua, Juan Pablo II exigió paz en las zonas de crisis del mundo: “Paz para los Estados en Medio Oriente y Africa, porque también allí continúa el derramamiento de sangre; paz para toda la humanidad, siempre expuesta al peligro de las guerras entre hermanos”.
Asimismo, el Papa reclamó solidaridad con los pobres del Tercer Mundo. Ante una Semana Santa sin el Papa, los temores sobre si podrá seguir al frente de la Iglesia son muchos. “El Papa definitivamente va a sobrevivir las Pascuas –dijo una fuente del Vaticano–, demasiados cardenales se han ido de Roma durante el feriado como para considerar su muerte inminente. La pregunta es cómo seguirá después de la celebración santa.” Fuentes vaticanas, mientras tanto, negaban rotundamente un informe del principal rotativo italiano, Corriere della Sera, según el cual la Iglesia está siendo gobernada sin consulta significativa al Papa, por un “pacto” entre los cuatro cardenales: Sodano, Josef Ratzinger, Giovani Re y Camillo Ruini que han “compartido el poder” para preservar el statu quo en la Santa Sede. Il Messagero citó a uno de los cuatro cardenales desechando el informe como “pura fantasía”. Pero la incertidumbre sobre quién está dirigiendo la Iglesia Católica Romana persiste en el largo crepúsculo del año 26 del pontificado de Juan Pablo II.
Otras fuentes vaticanas han especulado repetidamente con que el cardenal Sodano, el secretario de Estado del Vaticano o primer ministro, vilipendiado por los liberales de la Iglesia por sus cercanas relaciones en el pasado con el régimen chileno de Pinochet, será reemplazado por el cardenal Re, de 71 años, el actual “ministro de Exterior” de la Santa Sede, que también es ampliamente considerado como un posible futuro Papa.
El cardenal Sodano, de 77 años, evidentemente cayó en desgracia ante el poderoso secretario personal de Juan Pablo II, el arzobispo Stanislaw Dziwisz, después de que el prelado italiano sugirió públicamente que el Papa debería considerar renunciar.
El cardenal polaco Zenon Grocholewski negó rotundamente las sugerencias de que un “clan polaco” en la Curia, el gobierno central de la Iglesia, está involucrado en una conspiración para generar obstáculos a los enemigos en Italia y otros círculos rivales de la Iglesia mientras se acerca la muerte del Papa.
* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página 12.
Traducción. Alicia B. Nieva.