EL MUNDO › UNA LUZ ROJA PARA BUSH
El Señor anti-ONU
Por Rupert Cornwell *
Desde Washington
La Casa Blanca se reunió ayer con los demócratas del Congreso mientras trata de salvar la crecientemente amenazada nominación de John Bolton como enviado de Estados Unidos a las Naciones Unidas. Un día después de que el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, controlado por los republicanos, se viera obligado a posponer un voto para confirmar al rudo Bolton en el puesto, Scott McClellan, el vocero del presidente Bush, acusó a la minoría de ocho fuertes demócratas del panel de sostener “acusaciones insustanciales” contra el nominado.
En realidad, los problemas no son con los demócratas, sino con la mayoría republicana del panel, tres de los cuales han expresado dudas a medida que surgió más y más evidencia sobre la conducta agresiva de Bolton, tanto en su actual posición como el más alto funcionario del Departamento de Estado a cargo del control de armas como durante su anterior carrera de abogado privado. La gota que llenó el vaso llegó el martes, cuando George Woinovick, un republicano moderado del Comité, asombró a sus colegas al anunciar que “no se sentía cómodo” votando por el nominado. Más tarde, otro moderado vacilante, el senador Lincoln Chafee, de Rhode Island, declaró que la “dinámica ha cambiado”.
Por tres semanas el comité ha estado investigando acusaciones de que Bolton, un conservador que a menudo ha hablado con desprecio de la ONU, patoteaba a sus subordinados, manipulaba la inteligencia y a menudo le retaceaba información a la nueva secretaria de Estado, Condoleezza Rice. Teóricamente, si Bolton no logra comandar una mayoría en el comité, su nombre podría ser enviado para que lo confirmara el Senado en pleno, donde los republicanos tienen una mayoría de 55 a 45. Pero los demócratas, olfateando sangre, han advertido que bajo aquellas circunstancias podrían boicotear la votación.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.