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Una reunión de generales del ejército y un pronunciamiento de una logia militar de derecha nacionalista mantuvieron en el centro de la atención de Uruguay la reacción militar en torno de la orden del nuevo presidente, el socialista Tabaré Vázquez, de revisar antiguas violaciones a los derechos humanos. Esta tensión tiene como trasfondo el primer paro desde la asunción de Tabaré que se llevará a cabo hoy.
El diario La República anunció en primera plana que “la Legión Tenientes de Artigas tomó distancia ante la lealtad de las tres armas al presidente”. “La legión está integrada por varios coroneles, uno de los cuales puede ascender al generalato si el Senado aprueba la venia que ya fue solicitada”, informó el diario. El grupo, “de extracción nacionalista, tomó distancia del gobierno, al sostener que la Ley de Caducidad comprende también eventuales delitos que pudieran haberse cometido en el marco de acciones antiterroristas, tanto en el período de facto como fuera de él”, añadió. El Ejecutivo había anunciado que los casos que no serían considerados por la ley eran los relacionados con la desaparición de la nuera del poeta argentino Juan Gelman y los asesinatos de los legisladores Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz. Además, la Legión amenazó que “el desconocimiento del espíritu pacificador” de la ley de perdón “puede acarrear consecuencias no deseables para la Familia Oriental (uruguaya)”.
El comandante en jefe del ejército, teniente general Angel Bertolotti, se reunió ayer con todos los generales en actividad presuntamente para dar información sobre su encuentro del lunes pasado con el presidente Vázquez. La reunión se dio en medio de versiones sobre un supuesto malestar entre los mandos por la decisión del gobierno de investigar las violaciones a los derechos humanos previas al golpe de Estado del 27 de junio de 1973. Estos crímenes están excluidos de la Ley de Caducidad.