EL MUNDO
El día que Chile adhirió a una Carta democrática
El Senado aprobó 55 reformas a la Carta Magna de Pinochet. Faculta al presidente a destituir a comandantes de las FF.AA.
El Senado chileno aprobó ayer 55 enmiendas a la Constitución autoritaria heredada de la dictadura del general Augusto Pinochet, que incluyen devolver al presidente la facultad de destituir a comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y elimina el sistema de senadores designados.
La votación de los diferentes artículos, ya aprobados por la Cámara de Diputados, se anticipó al aprobarse las llamadas reformas constitucionales “duras”, entre las que figuran la rebaja del período presidencial de seis a cuatro años y el fin de los senadores designados. Las enmiendas deben ser ratificadas el martes 16 de agosto por el pleno del Congreso, en una sesión conjunta de diputados y senadores.
Las reformas –que desde hace 15 años impulsaron los sucesivos gobiernos de la Concertación Democrática– eliminan los nueve cargos de senadores designados o institucionales, que no llegan al Parlamento por votación popular sino por una designación que fue aprobada durante el régimen de Pinochet (1973-1990). Entre esos senadores hay cuatro representantes de las Fuerzas Armadas, que son altos jefes retirados del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y la policía militarizada de Carabineros, por lo que componen una “bancada militar”.
Las enmiendas también eliminan los cargos de senadores vitalicios que la Constitución de Pinochet reservó para los ex presidentes y que actualmente sólo ocupa el ex mandatario demócrata cristiano Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000).
Al anochecer, el gobierno del presidente Ricardo Lagos expresó su satisfacción por las reformas aprobadas. “No es el triunfo ni de una persona, ni del gobierno, ni de la Concertación, ni de la (opositora) Alianza por Chile. Lo que ha ganado hoy día es el país”, aseguró el ministro del Interior, Francisco Vidal, vicepresidente de la República desde el martes y a cargo del Ejecutivo, por el viaje del presidente Lagos a Australia en visita oficial. “Lo que parecía imposible, cuatro, cinco, ocho o diez, quince años atrás, se ha logrado con un gran acuerdo. Y, por eso, en nombre del Ejecutivo, agradezco la convergencia a estos acuerdos de todos los sectores políticos aquí representados”, dijo Vidal en la sede del Parlamento en Valparaíso, 110 kilómetros al oeste de Santiago.
Después de largas negociaciones políticas entre el oficialismo y la oposición, los cambios fueron aprobados en la Cámara de Diputados, donde son mayoría los partidos de la gobernante Concertación: la democracia cristiana, el socialismo, el Partido Radical Social Demócrata (PRSD) y el Partido por la Democracia (PPD). Pero en el Senado de 48 miembros, donde existe un empate, las reformas fueron resistidas por los legisladores “designados” y las dos fracciones de la derecha: la Unión Demócrata Independiente (UDI) y el Partido de Renovación Nacional (RN), que apoyaron a la dictadura militar.
La oposición rechazaba las disposiciones más sensibles, como aquella que devuelve al presidente de la República la facultad de destituir a los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y al director de la policía de Carabineros.