EL MUNDO
Una red bomba
Por Por Terry Kirby *
Los oficiales antiterrorismo y los servicios de seguridad trataban de establecer anoche la fuente de los explosivos de alto grado, posiblemente de origen militar, que fueron usados por los atacantes suicidas en Londres. El descubrimiento de una cantidad substancial de explosivos en la llamada base “operacional” de los terroristas en un suburbio de Leeds ha reforzado las sospechas de que los hombres estaban ligados a una red más amplia, capaz de obtener tal material.
Descubrir la fuente del explosivo y de cómo llegó a Leeds ayudará a confirmar si una “mano guía” o un armador de bombas de Al Qaida estaba involucrado. “Esa gente que murió era claramente descartable. Lo que la policía está buscando ahora son lo que se llaman LBAs’ (siglas en inglés que significan “dejado para bombardear en otra oportunidad”) dijo un experto en terrorismo.
Muestras de los explosivos de los cuatro escenarios, junto con aquellos de Leeds y el automóvil encontrado en Luton, fueron sometidas a un detallado examen forense para descubrir su origen. Charles Clarke, el ministro de Interior, negó ayer que el explosivo había llegado desde los Balcanes o de Europa oriental. Andy Oppenheimer, un experto de la revista Jane’s Defence, dijo: “Mientras los Balcanes son un área principal como una fuente de mercado negro, existe la posibilidad de que pueda haber venido de Irak o aun de Chechenia”.
Los terroristas prefieren a los explosivos militares porque son estables, fáciles de manejar y fáciles de encontrar en el mercado negro. El más conocido es el Semtex, hecho en Checoslovaquia, del que el IRA obtuvo grandes cantidades en la década del ’80. “Es el mejor explosivo”, dijo Oppenheimer. “Una muy pequeña cantidad puede causar una explosión muy grande.” El hecho de que se haya dicho que las bombas de Londres pesaban hasta 46 kilos cada una, tiende a descartar Semtex. Otra posible variedad incluye las estadounidenses C4, usadas en otros ataques ligados a Al Qaida, como las bombas en Bali en octubre de 2002, y HMX, el tipo de bombas robadas en Irak en octubre pasado. Según Oppenheimer, era igualmente probable que los terroristas hayan usado explosivos comunes obtenidos en algún lugar de Gran Bretaña. Aunque un armador de bombas entrenado pudo haber estado involucrado, las instrucciones para armar bombas se encuentran fácilmente en Internet y como las bombas probablemente hayan sido autodetonadas, no habría habido necesidad de relojes de tiempo complicados.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Celita Do- yhambéhère.