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Pasaron 78 años desde aquel histórico match entre el Gran Maestro cubano José Raúl Capablanca y su par ruso-francés Alexander Alekhine, disputado en el ahora centenario Club Argentino, en 1927, para que la Argentina volviera a concentrar toda la atención del mundo del ajedrez con la organización del Mundial de la Federación Internacional (FIDE), que se disputará en Potrero de Funes, San Luis, entre el 27 de septiembre y el 16 de octubre próximos, y contará con los máximos exponentes del ajedrez del momento: Rustam Kasimdzhanov, de Uzbekistán, actual campeón FIDE; Michael Adams, de Inglaterra; Peter Leko y, quien seguro será una de las atracciones del certamen, la única mujer de la competencia, Judit Polgar, ambos de Hungría; Vishy Anand, de India; Vaselin Topalov, de Bulgaria; Alexander Morozevich y Peter Svidler, de Rusia.
El certamen, que desde el mes de mayo movilizó a la familia del ajedrez argentino, cuando en Qatar los representantes de la FIDE eligieron la provincia puntana para la Organización del Mundial de Ajedrez 2005 –Linares (España), San Petersburgo (Rusia) y Elista (Kalmikia), fueron las otras candidatas–, fue presentado ayer oficialmente en las instalaciones del Club Argentino de Ajedrez, ante la presencia de importantes personalidades del ajedrez local, entre ellos los GM Oscar Panno, Ariel Sorín y Miguel Angel Quinteros (representante FIDE de Argentina); autoridades del deporte argentino, del gobierno de dicha provincia y del gobierno nacional: encabezados por el vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli, quien confesó su pasión y constante esfuerzo por superar su horizonte ajedrecístico.
“Esperamos que este evento contribuya a recuperar el ajedrez en las escuelas, en los clubes, porque eso va a contribuir al progreso del país, porque el ajedrez enseña a pensar, a resolver problemas, a tomar decisiones, a todo lo que más tarde, consciente o inconscientemente, se utiliza en la vida”, señaló el ex campeón de motonáutica. Por su parte, el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Sáa, comentó: “Estamos trabajando contrarreloj para construir la sede de las partidas”, un anfiteatro de 3200 metros cuadrados desde donde el evento será transmitido en directo para todo el mundo.
Además del match por el título del mundo de 1927, la Argentina organizó la primera Olimpíada de Ajedrez en 1939, que volvió a recibir en 1978.