EL MUNDO › MEXICO Y VENEZUELA BORDEAN LA RUPTURA DIPLOMATICA
Otro coletazo de Mar del Plata
Una semana después del entredicho de Fox con Kirchner, el gobierno mexicano exigió disculpas de Chávez por “sus agravios”. Caracas retiró a su embajador y lo mismo hizo México. De nuevo, ALCA vs Mercosur.
Dos semanas después de la Cumbre que los enemistó y con una guerra verbal mediante, Venezuela y México se embarcaron en una crisis que podría terminar en un quiebre de las relaciones diplomáticas. La advertencia del presidente Hugo Chávez en la última emisión de Aló Presidente reavivó la confrontación con su par mexicano, Vicente Fox, que respondió rápidamente con un ultimátum en el que demandaba una disculpa pública de la Cancillería vecina o retiraría a su embajador de Caracas. El canciller venezolano, Alí Rodríguez, subió aún más el tono al negarse a disculparse y al anticiparse al plazo del ultimátum mexicano y retirar a su embajador de México. Acto seguido, Fox imitó a Caracas y aseguró que no descarta romper relaciones si Chávez mantiene su postura. Por ahora las relaciones bilaterales quedaron reducidas al “nivel de encargados de negocios”.
“No se pueden aceptar las ofensas a nuestro país y no se puede aceptar la ofensa a la dignidad del pueblo de México, por eso en ese tema (...) la postura de México será clara, firme, siempre en busca de la mejor relación con todos los países, pero hay cosas que no pueden soportarse”, se plantó Fox en una entrevista con la cadena estadounidense CNN ayer después de enterarse de que Caracas había mandado llamar a su embajador. En un comunicado, Alí Rodríguez había anunciado: Venezuela “rechaza como una agresión sin sentido el ultimátum emitido por el gobierno de México”. El canciller venezolano también aseguró en su declaración que “esta situación es de la entera responsabilidad del presidente Fox” ya que fue él quien empezó con los agravios durante la Cumbre en Mar del Plata.
Y la declaración continúa: “Una vez concluida la IV Cumbre de las Américas, el presidente Fox arremetió contra la posición venezolana en términos irrespetuosos muy difundidos y nunca negados por tan alto dignatario hacia el presidente Chávez. El gobierno venezolano esperó pacientemente que hubiese alguna expresión positiva por parte del presidente Fox, ante el silencio fue necesario dar la respuesta que se dio. ¿Cuál? El presidente Chávez, consecuente con una práctica democrática en nuestro país, dio a conocer lo ocurrido en Mar del Plata a través de su programa dominical”. El vocero presidencial de Los Pinos, Rubén Aguilar, cuestionó la difusión de los videos en Aló Presidente y lo calificó como “un acto ilegal”. “El acuerdo de los mandatarios en la reunión había sido que en todos estos tipos de reuniones esas discusiones son privadas. El presidente venezolano está violando un acuerdo de los presidentes reunidos en ALCA, pero en todo caso es su responsabilidad”, denunció Aguilar.
En una conferencia de prensa ayer por la tarde, el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, pidió formalmente la salida del embajador venezolano en México, Vladimir Villegas, y aseguró que “no podrá volver a asumir funciones” como embajador. Mientras el ida y vuelta entre el Palacio de Miraflores y Los Pinos continuaba, otras voces mexicanas se unieron a la crisis. El ex canciller mexicano Jorge Castañeda instó ayer a romper “totalmente” las relaciones con Caracas y acusó a Chávez de estar interviniendo en los procesos electorales de “varios países de América latina”, entre ellos México. Otro que se unió a la controversia fue el recientemente electo candidato presidencial priísta, Roberto Madrazo, que se acercó a Fox y aseguró: “En el conflicto, estamos con el presidente,” a pesar de considerar que la actual diplomacia “está extraviada, aislada y con un enorme desprestigio”.
El candidato favorito para las elecciones presidenciales del próximo año, Andrés Manuel López Obrador, del Partido Revolucionario Democrático (PRD), también venía cuestionando la política exterior del panismo. López Obrador ayer no realizó ninguna declaración pública. Para el candidato perredista probablemente sea una situación incómoda. Por un lado, las declaraciones de Chávez –por ejemplo el calificar a Fox de “cachorro del imperio”– tocan la fibra nacionalista de los mexicanos, aunque por el otro lado no apoya el alineamiento del gobierno con el de George Bush y además mantiene buenas relaciones con el presidente venezolano, que a pesar de la crisis reafirmó los lazos con “el pueblo mexicano”. El choque entre Caracas y México, que ganó publicidad en la Cumbre de Mar del Plata por tratarse de los dos polos extremos en el debate por el ALCA, en realidad supone una confrontación aún más profunda e importante: la contraposición entre dos modelos de integración latinoamericanos, uno que tiene como motor a los Estados Unidos y otro que, aunque no lo excluye, busca su fuerza en una unión más regional, quizás a partir del Mercosur. Fox ya se enfrentó con esta disyuntiva. Sólo seis días atrás, el cruce verbal fue con su par argentino. Por suerte, el presidente mexicano logró terminar el enfrentamiento con un maduro: “A otra cosa mariposa”. ¿Le servirá este cierre con Chávez?