Las preocupaciones de Estados Unidos son muchas. Una de ellas es el combate al narcotráfico en Bolivia. El gobierno norteamericano mostró su inquietud porque en ese país latinoamericano se paró la erradicación de cultivos de hoja de coca. “No hay ninguna erradicación y, en este momento, ésa es mi preocupación”, afirmó ayer el embajador estadounidense en La Paz, David Greenlee. Según un acuerdo, Bolivia puede contar con un máximo de 12.000 hectáreas de cocales legales; sin embargo, los cultivos clandestinos superan ampliamente esa cifra. La hoja de coca tiene en el país usos tradicionales y medicinales, pero también es usada ilícitamente por las bandas de narcotraficantes para fabricar cocaína.

“Vamos a esperar hasta que haya más claridad, yo creo que es normal que en las primeras dos semanas de una administración todavía haya algunas cosas que hay que entender mejor”, dijo Greenlee, que además ratificó la decisión de Washington de entablar un diálogo con el presidente Evo Morales. El miércoles pasado, el mandatario boliviano sostuvo una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, George W. Bush, y le invitó a visitar su país para conversar de cerca sobre la agenda bilateral. Uno de esos temas comunes es la erradicación de la hoja de coca que propugna Estados Unidos como una forma de combatir el narcotráfico.

El nuevo viceministro de Defensa Social y líder cocalero, Felipe Cáceres, ratificó hace poco que seguirá con la política de eliminación de cocales excedentarios e ilegales. “Necesariamente hay que sujetarse a esa norma”, de sustancias controladas, vigente hace tres lustros, que penaliza el cultivo de coca excedentaria en el Chapare y “tiene que haber erradicación voluntaria y compensada”, manifestó Cáceres. Sin embargo, el funcionario indicó esta semana en declaraciones al programa radial Mundo Hoy de la BBC que en realidad “el camino correcto de combatir el narcotráfico es combatiendo la pobreza, construyendo, mejorando las condiciones de vida de los cocaleros del Chapare”. La lucha contra el narcotráfico “antes estaba siempre un poco orientada contra el productor de coca o contra la hoja de coca. Estas situaciones hacen que la verdadera lucha (...) no se oriente al verdadero narcotraficante”, indicó.

De igual forma, el canciller David Choquehuanca aseguró en un discurso ante diplomáticos de numerosos países que el combate contra las drogas “no se hará a costa de afectar los derechos de los productores de hoja de coca” que, a su juicio, tienen problemas de mercado con los cultivos alternativos. En los últimos diez días de enero pasado apenas se destruyeron 16 hectáreas de coca en la zona central del Chapare, según datos del viceministerio de Defensa Social. El año pasado, en veinte días del mismo mes ya se habían destruido 361 hectáreas y durante toda la gestión 6056 hectáreas.