Tras la batalla campal del jueves entre la policía federal y opositores al gobierno, la ciudad de Oaxaca amaneció ayer más tranquila pero no estuvo libre de sobresaltos durante el día. Mientras desconocidos dispararon contra el edificio de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (Uabjo), la Corte Suprema de Justicia rechazó un recurso interpuesto por el acorralado gobernador priísta Ulises Ruiz. Además, la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) pidió la intervención directa del presidente Vicente Fox en el conflicto.

Desconocidos vestidos de negro y con el rostro cubierto dispararon ayer desde un auto en marcha contra la antena de la Radio Universidad, que sigue en poder de la APPO, y detonaron dos artefactos explosivos cerca de las instalaciones de la emisora, sin que se produjeran heridos. El ataque ocurrió en la zona donde el jueves se produjo un enfrentamiento entre opositores y cientos de miembros de la Policía Federal Preventiva (PFP), que removieron una barricada sobre el principal acceso al campus, donde se mantienen atrincherados manifestantes que llevan más de cinco meses de protestas. Los enfrentamientos causaron 70 heridos, la mayoría leves, entre ellos tres fotógrafos. “Poner a la policía frente a los universitarios es echarle fuego a la gasolina y más en un problema tan complejo como Oaxaca”, dijo Flavio Sosa, dirigente de la APPO.

En tanto, en la capital de México, el ministro de la Corte Suprema Sergio Valls rechazó dar entrada a ese tribunal a un trámite interpuesto por el cuestionado gobernador del PRI por considerarlo “notoriamente improcedente”. Ruiz había presentado un recurso llamado controversia constitucional, que es una figura legal a la que puede recurrir un poder del estado cuando considera que otro de los poderes ha excedido sus atribuciones. Ruiz interpuso este recurso después de que el lunes pasado ambas Cámaras del Congreso aprobaran, por separado, documentos no vinculantes en los que lo instaban a pedir licencia o a dimitir para contribuir a una solución del conflicto en Oaxaca. La renuncia de Ruiz es la principal demanda de grupos de docentes y de la APPO para poner fin a un conflicto que dejó más de una decena de muertos, centenares de heridos y decenas de detenidos.

Tras la dura jornada del jueves, la APPO pidió ayer la intervención directa de Fox. “Estamos emplazando al presidente de la República, Vicente Fox, para que él personalmente atienda el problema en Oaxaca”, dijo el vocero de la APPO, Florentino López. Esta exigencia de dialogar directamente con el gobierno federal condiciona, por otra parte, las gestiones que realizan desde el miércoles algunos de sus miembros para que la Iglesia local promueva una mesa de diálogo. El arzobispo de Antequera–Oaxaca, José Luis Chávez Botello, aceptó que el diálogo se realice en el espacio del Arzobispado, en El Carmen Alto de la ciudad, a condición de que las conversaciones no tengan un fin político y que participen agrupaciones imparciales, ajenas al conflicto. No obstante, el prelado señaló que para el diálogo, que comenzaría el lunes, sólo cedería la sede del Arzobispado pero no la Catedral.

Después de la respuesta del arzobispo, el vocero del gobierno del estado, Miguel Angel Concha, afirmó que el gobernador Ruiz no tendría inconveniente en sumarse a la mesa de negociaciones con la APPO. “El gobernador, desde el principio, siempre ha estado dispuesto al diálogo y no creo que haya ninguna reticencia”, sostuvo. Pero López, el vocero de la APPO, rechazó la posibilidad de que el movimiento popular admita la presencia de Ruiz en las negociaciones. “No, porque no es un punto de equilibrio. Estaríamos dispuestos a sentarnos a negociar con el gobierno federal, pero no con el de Ruiz. Eso queda descartado”, dijo. El representante de la APPO consideró, sin embargo, que la anuencia de Chávez Botello a proporcionar un espacio para negociar configura una posibilidad para encontrar una probable solución de fondo al problema o por lo menos para ayudar a distender las cosas.