Horacio Elizondo fue el invitado estrella del Coloquio de IDEA, a quien se le confió el cierre de la conferencia. Fue entrevistado por el filósofo Enrique Valiente Noailles, ambos sentados en sillones como si fuera un living. La charla se extendió por más de una hora. Una de las consultas del público fue si piensa dedicarse a la política cuando deje el arbitraje: “Es muy difícil que utilice las palabras jamás y siempre, pero hoy pienso que cuando me retire voy a dedicarme a cuestiones en el plano educativo, que son más lo mío”, señaló. Lo que reconoció fue haber recibido propuestas de distintos partidos. “A los políticos algo mío les llama la atención, porque cada uno me quiere tirar para su lado”, afirmó, aunque no dio más precisiones. Elizondo contestó consultas sobre arbitraje, que luego mutaban en metáforas sobre el funcionamiento de la sociedad con la ayuda de Valiente Noailles. Sobre la famosa expulsión de Zinedine Zidane, que fue proyectada en las pantallas al momento de su presentación, el árbitro recordó que no vio la jugada, que quedó a su espalda, y fue ayudado por el juez de línea y el cuarto árbitro. Por momentos incómodo en el papel de analista social en que lo ubicaba su interlocutor, Elizondo se fue enredando y empezó a alternar el “tú” y el “vos” en sus respuestas. “No soy tan malo como parezco ni tampoco tú creas que te quiero perjudicar”, dijo, por ejemplo, al contar una anécdota de arbitraje con Diego Maradona. También se refirió a las barras bravas: “Los políticos las utilizan” para dirimir sus conflictos, denunció.