EL MUNDO

Matar a Saddam agravó la crisis

Buena parte de Irak vio azorada el video que muestra la ejecución burlona del ex dictador. Hoy llevan a la horca a dos leales a Hussein.

La situación en Irak se deterioró desde el ahorcamiento de Saddam Hussein. El ánimo se caldeó entre los sunnitas, luego de que vieran en un video casero la burla en la cara de los verdugos chiítas en el momento en que ponían fin a la vida del ex dictador. Ayer, las autoridades iraquíes detuvieron a un guardia en el marco de las investigaciones realizadas para identificar al autor de la grabación pirata (a la que se accede por internet), que se ha convertido en un escándalo de Estado. La historia no termina ahí: hoy serán ejecutados un hermanastro y un ex asesor de Saddam Hussein. Naciones Unidas pidió al gobierno iraquí que no les aplique la pena capital.

El video grabado con un teléfono celular muestra los detalles de la ejecución ocurrida el sábado pasado –seis de la mañana local– y revela que varios de los testigos que asistieron a la misma corearon el nombre del clérigo radical chiíta Moqtada Sadr, mientras que otros insultaron al ex presidente y lanzaron gritos de venganza tras su muerte. Esas imágenes han provocado una profunda conmoción en la comunidad sunnita de Irak y en los países árabes de la región. El primer ministro Nuri Al Maliki ordenó una investigación para determinar la autoría del video y de los responsables de su difusión por Internet, así como para identificar a los autores de los gritos. Según un miembro de su entorno, el premier iraquí se ha tomado el asunto muy en serio y quiere castigar al responsable, sea quien fuere. El fiscal general del Alto Tribunal Penal Iraquí, Munqith Al Farun, que asistió al ahorcamiento, aseguró que sólo dos de los alrededor de veinte testigos presentes disponían de teléfono celular. “Ambos eran altos responsables gubernamentales”, subrayó el martes en la cadena árabe Al Jazeera, aunque rehusó dar sus nombres. “Uno de los guardias que asistió al ahorcamiento fue arrestado”, afirmó ayer el portavoz Haydar Majid.

Por otra parte, el ejército estadounidense aseguró ayer que se mantuvo al margen del ahorcamiento de Saddam. “Si me preguntan si nosotros hubiéramos hecho las cosas de otra manera, sí, las hubiésemos hecho de otra manera. Pero no era de nuestra incumbencia, era una decisión del gobierno iraquí”, declaró el portavoz del contingente estadounidense en ese país, el general William Caldwell. La Casa Blanca rechazó sumarse a las críticas internacionales contra las burlas proferidas contra el ex dictador durante su ejecución. En declaraciones a la prensa, el portavoz adjunto de la Casa Blanca Scott Stanzel afirmó que George W. Bush “está concentrado en el nuevo camino en Irak, así que estas cuestiones (sobre las burlas) se contestan mejor desde Irak, desde Bagdad”.

Hoy serán ahorcados los otros dos coacusados junto a Saddam: su medio hermano y ex jefe del servicio de inteligencia, Barzan al Tikriti, y el ex presidente del tribunal revolucionario, Awad al Bandar. Los tres fueron culpados de ordenar el asesinato de casi 150 chiítas tras un intento frustrado de asesinato de Saddam en Dujail, en 1982. La alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Louise Arbour, pidió al presidente iraquí, Jalal Talabani, que no se los ejecutara. “La ley internacional sólo permite la imposición de la pena de muerte como una medida excepcional dentro de rigurosas restricciones legales”, indicó Arbour en un comunicado. “Las preocupaciones que expresé hace algunos días en relación a la imparcialidad del proceso a Saddam Hussein también se aplican a esos dos acusados”, insistió.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, apoyó el llamado de Arbour, un día después de que se negó a condenar o defender la ejecución de Saddam. “El secretario general cree firmemente en el artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos que establece que todos tienen derecho a la vida, la libertad y la seguridad. En ese contexto, está totalmente de acuerdo con el llamado a la contención lanzado por Louise Arbour”, dijo la portavoz Michele Montas. En tanto, los partidarios del ex dictador siguieron rindiéndole homenaje en su antiguo bastión de Tikrit y en su pueblo natal de Auja, donde fue enterrado el domingo.

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Un niño acompaña a los que lloran la muerte de Saddam.
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