En Uruguay se vive con expectativa la visita de hoy de Luiz Inácio Lula da Silva. Los medios locales la interpretaron como un acercamiento de la potencia regional a uno de sus socios menores, en medio de la crisis que está sufriendo el Mercosur. Lula llegará a la mañana a Colonia del Sacramento, una ciudad a 180 kilómetros de Montevideo. Allí se reunirá con su par uruguayo, Tabaré Vázquez, para discutir no sólo los recientes compromisos comerciales firmados con Estados Unidos, sino también para sellar nuevos acuerdos que unan a los dos países, como la construcción de una central termoeléctrica.

Este sería uno de los temas centrales de la reunión de hoy, que no duraría más de cinco horas, ya que el presidente brasileño partiría a Brasilia a las cinco de la tarde. Según adelantó la radio uruguaya El Espectador, Petrobras planea construir una central termoeléctrica con capacidad para generar 280 megavatios y una planta de regasificación, así como la expansión de la red de distribución de gas en ese país. Además, discutirán otros proyectos energéticos y de infraestructura, y profundizarán sobre la financiación que anunció la semana pasada el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bandes) de Brasil para la instalación de empresas nacionales en Uruguay.

Antes de su llegada, Lula también se refirió al que será el otro gran tema de la reunión: el reciente acercamiento de Montevideo a la Casa Blanca. La visita del mandatario brasileño no es ajena al clima de expectativa que generó el anuncio del viaje de George Bush a Uruguay el mes próximo. “No creo que los Tratados de Libre Comercio (TLC) concretados aisladamente sean compatibles con las normas del Mercosur”, señaló Lula ayer, haciendo referencia a los rumores que afirman que el Acuerdo Marco de Inversiones y Comercio que Uruguay firmó con Washington hace dos meses podría ser la antesala de un futuro TLC.

El presidente brasileño volvió a referirse al tema al asegurar que todos los socios del Mercosur deben estar satisfechos con los beneficios y las ventajas obtenidas dentro del bloque. Por eso, Lula intentará convencer a su par de que las iniciativas para disminuir las asimetrías –el Fondo para la Convergencia Estructural, por ejemplo– están siendo implementadas.

Pero las declaraciones de Lula generaron malestar tanto dentro del oficialismo como en la oposición uruguaya. El senador del Frente Amplio Carlos Baráibar sostuvo que la actual concepción del Mercosur no es suficiente para Uruguay. “El Mercosur debe ser uno productivo y no sólo uno comercial”, aseguró. Desde la oposición, en tanto, cuestionaron al gobierno brasileño por no cumplir con lo que predica. “A nosotros nos interesa acceder al mercado brasileño pero tenemos trabas de toda naturaleza para poder exportar y no tenemos tratamientos iguales para las inversiones”, criticó el ex canciller blanco Sergio Abreu.

Lo cierto es que la visita del brasileño reavivó la discusión sobre la posición de Uruguay en el mundo, sus alianzas y el alcance del Mercosur.