Fidel Castro repudió la libertad condicional el anticastrista Luis Posada Carriles y llamó a los cubanos a manifestarse el próximo 1º de mayo, junto con las tradicionales marchas del Día del Trabajador. “El gobierno de Estados Unidos y sus instituciones más representativas decidieron de antemano la libertad del monstruo”, acusó Castro ayer, desde un nuevo editorial del diario oficial Granma. “Fue el propio presidente Bush quien eludió en todo momento el carácter criminal y terrorista del acusado. Se lo protegió imputándole una simple violación de trámites migratorios. La respuesta es brutal”, agregó el veterano dirigente cubano. Al mismo tiempo, la Asamblea Nacional venezolana se sumaba al rechazo cubano. Los legisladores, todos oficialistas, calificaron de ilegal el fallo estadounidense.

Este es el tercer editorial del presidente cubano que publica el diario en las últimas dos semanas. En los dos primeros, Castro cuestionó los planes de biocombustibles de Estados Unidos y Brasil. Ayer volvió a atacar a Washington, pero esta vez por un tema muy sensible para la isla. En 2005, la policía estadounidense detuvo en Miami al militante anticastrista Posada Carriles, el hombre sindicado por Cuba y Venezuela de ser el responsable del atentado contra un avión civil cubano en 1976, que dejó 73 muertos, entre ellos 57 cubanos. El avión fue derribado en pleno vuelo, unos minutos después de despegar del aeropuerto de Barbados con destino a La Habana. Posada Carriles es un ex agente de la CIA de 79 años que dejó su Cuba natal un año después de la Revolución y adoptó la nacionalidad venezolana.

Después del atentado fue detenido en Caracas, pero luego de dos intentos de fuga fallidos logró escaparse en 1985. Desde ese momento hasta su detención en Miami en 2005, el militante anticastrista se fugó varias veces más de países latinoamericanos. Según denunciaba La Habana en esos años, con ayuda del FBI y sus amigos de los servicios de inteligencia estadounidenses.

Después de recordar estos antecedentes, Castro sostuvo que el actual gobierno estadounidense volvió a ayudar al enemigo del régimen cubano. “Fue el propio presidente Bush quien eludió en todo momento el carácter criminal y terrorista del acusado. Se lo protegió imputándole una simple violación de trámites migratorios. La respuesta es brutal”, sentenció el presidente, que desde hace nueve meses se recupera de una operación intestinal lejos de la vida política. La Habana ya venía cuestionando que Posada Carriles sólo estuviera procesado por delitos menores. El más grave era por haber mentido para obtener una visa, luego de ingresar ilegalmente al país. Por estos cargos es que una jueza de El Paso, Texas, decidió el viernes pasado otorgarle libertad bajo fianza, limitada principalmente al domicilio de su esposa en Miami.

También incluyó el fallo del viernes pasado dentro de una larga lista de ataques, directos e indirectos, de Washington. “No bastaba la invasión mercenaria de Girón, que costó a nuestro pueblo 176 muertos y más de 300 heridos”, comenzó a enumerar el veterano dirigente, haciendo referencia al fallido intento de invasión de los grupos anticastristas, más conocido como Bahía de Cochinos. “No bastaba con la crisis de octubre de 1962 (la crisis de los misiles), que llevó al mundo al borde límite de una guerra termonuclear total”, continuó. La lista es larga. La Habana acusa a la Casa Blanca de estar detrás de innumerables atentados y de hostigar a la isla, por ejemplo a través del ya histórico embargo comercial. “Acusar a Posada Carriles era acusarse a sí mismo”, concluyó Castro.

Para el presidente cubano, la isla demostró en todas estas oportunidades su fortaleza y su capacidad para defenderse. Por eso, volvió a convocar a todos los cubanos para el próximo 1º de mayo. “Pienso que sería el día ideal para que nuestro pueblo exteriorice sus sentimientos a los trabajadores y los pobres del mundo”, instó Castro. La convocatoria reavivó los rumores en la isla sobre la vuelta del histórico líder de la Revolución. Pero eso es otra historia.