Desde Neuquén

Para Sobisch, el juicio político no es ninguna amenaza real. El MPN cuenta con 25 de los 35 legisladores del cuerpo que debe tratar el pedido de remoción. En todo caso, su preocupación pasa por el avance de la investigación judicial del asesinato de Fuentealba, que está a cargo de la fiscal Sandra González Taboada. Hasta ahora la actuación ha concluido que el sargento primero José Darío Poblete disparó su granada de gas lacrimógeno desde una distancia de entre tres y siete metros. De todos los elementos incorporados a la causa, el que más interés ha concitado entre los legisladores de la oposición es el video que aportó un canal de noticias. Con imágenes algo difusas, allí se puede ver a un policía separándose de su grupo y luego incorporándose a otro grupo de efectivos.

Las imágenes podrían permitir dilucidar si Poblete actuó por impulso irracional o lo suyo fue pura premeditación, una acción consciente y planificada que buscaba provocar un muerto. Algunos dirigentes de la oposición recordaban ayer que el policía que mató a Teresa Rodríguez en 1997 no cumplió una condena. Sumaban ese antecedente a otro hecho que se produjo el 23 de noviembre de 2003, cuando la policía neuquina utilizó balas de plomo contra una movilización piquetera que reclamaba por la forma en que estaba siendo aplicado el pago de los planes sociales. Aquella vez hubo heridos, pero no muertos. La teoría de los opositores a Sobisch es que la actuación de Poblete haya sido inspirada, acaso alentada, desde el propio estado provincial. Según esa lectura, el gobernador neuquino buscaba mostrar una política más dura ante las protestas sociales para diferenciarse de Kirchner y ganar eco en el competitivo espacio del centroderecha.