EL MUNDO › SIGUE LA OFENSIVA ISRAELI, PERO CON REUNIONES CON PALESTINOS
Caja de sorpresas en Medio Oriente
Israel anunció “sorpresas” en su ofensiva sobre territorios autónomos mientras se reunía con palestinos para aflojar el cerco.
@“Va a haber sorpresas en la lucha antiterrorista.” Con estas palabras, el ministro de Defensa israelí, Benjamin Ben Eliezer, trató de defenderse de parte de la opinión pública israelí, que está comenzando a cuestionar la eficacia de las operaciones militares en territorios de la Autoridad Palestina (AP) luego de la serie de atentados suicidas del viernes y el fin de semana. Por ahora no hay sorpresas en ese terreno: Israel bombardeó con helicópteros un edificio en Gaza, en la primera operación aérea en esa ciudad desde el 22 de julio; detuvo a un jefe de la organización fundamentalista Hamas, esta vez en Jenín; y anunció un aumento del cerco sobre los territorios mientras un atentado suicida palestino en el norte israelí. Pero donde sí hay sorpresas es en el terreno diplomático, ya que Ben Eliezer se reunió con el ministro del Interior de la AP, Abdel Razak al-Yahya, y con el ex jefe de Seguridad Preventiva de Gaza, Mohammed Dahlán, para encontrar formas de levantar el cerco sobre las algunas de las zonas reocupadas.
“Los helicópteros israelíes atacaron un taller de fabricación de armas. Seguiremos atacando objetivos terroristas en la Franja de Gaza y en todas partes”, dijo un portavoz militar israelí. El ejército israelí decretó el estado de alerta a lo largo de la línea de demarcación que separa Israel de Cisjordania después de nuevas amenazas de atentados, y anunció el arresto de Mazen Fuja, jefe de Hamas en Jenín, por considerar que había planificado el atentado suicida del domingo contra un autobús israelí en el norte de Israel.
Según Ben Eliezer, el ejército “impone un bloqueo total en el norte de Cisjordania, nadie entra ni sale. También vamos a seguir destruyendo las casas de los terroristas y desterraremos a los miembros de las familias de los terroristas cuando tengamos pruebas de que estaban relacionados con los atentados cometidos. Fueron arrestados 140 kamikazes palestinos potenciales”. El ministro trataba de responder a un editorial del diario más leído de Israel, el Maariv, titulado “Sharon nos debe una respuesta”. Ayer, un palestino murió por la explosión accidental de un artefacto que llevaba encima, cuando se encontraba en un coche que circulaba por el norte de Israel, cerca de la localidad de Umm al-Faham. Un adolescente palestino de 13 años de edad también murió al ser alcanzado por un disparo del ejército israelí en el poblado de Balata, cerca de Nablus.
Fuera de Medio Oriente, las cosas también se movieron al respecto. El gobierno alemán prohibió ayer las actividades de la asociación Al-Aqsa, sindicada como el brazo financiero de Hamas en Alemania. Al mismo tiempo se informó que han sido registradas las sedes de la asociación y las viviendas de sus directivos, y agregó que han sido confiscados los bienes de esta entidad que recaudaba fondos en mezquitas, centros islámicos y manifestaciones en favor de los palestinos.
En la ONU, una sesión extraordinaria de su Asamblea General se convirtió en un diálogo de sordos cuando se intentaba aprobar un proyecto de resolución condenando a Israel por “las atrocidades cometidas por las fuerzas de ocupación israelíes contra civiles palestinos”. La semana pasada, una comisión de la ONU dijo que no hubo masacre en el campamento de refugiados de Jenín durante la ocupación israelí en abril pasado. Estados Unidos calificó el texto de “hipócrita”, señalando que no condena al “terrorismo palestino”.
Por su parte, la agencia estadounidense encargada de la ayuda internacional (USAID) publicó ayer un informe sobre la malnutrición de los niños palestinos que, según ella, se deterioró gravemente desde que comenzó la Intifada, hace 22 meses. Según este informe, el 22,5 por ciento de los niños de menos de cinco años sufren de malnutrición crónica o agravada. El informe indica que esta crisis se debe a las medidas que tomó Israel. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se alcanza una situación crítica cuando la malnutrición supera el 10 por ciento.