EL MUNDO › ALOISIO MERCADANTE, DEL PT DE BRASIL

“El Fondo es como estar en terapia intensiva”

El secretario de Relaciones Internacionales del partido que lleva a Lula como candidato dice que Brasil debe discutir cómo salir del Fondo, no cómo renovar un acuerdo con él, y lanza una propuesta para la Argentina.

 Por Martín Granovsky

El secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Paul O’Neill, pasó por Brasil diciendo que ese país no necesita que él lo defienda ante el Fondo Monetario Internacional. Pero el elogio no entusiasmó al secretario de Relaciones Internacionales del Partido de los Trabajadores, Aloisio Mercadante, diputado y candidato a senador dentro de la campaña que quiere a Luiz Inácio Lula da Silva como presidente en las elecciones del 6 de octubre.
–El Fondo y O’Neill elogian a Brasil. De todos modos, ¿Brasil debe buscar otro acuerdo con el Fondo?
–Es que ya estamos en medio de un acuerdo con el Fondo... Ya lo tenemos.
–Sí, por eso la pregunta. ¿No hay que buscar otro?
–La visión de que basta renovar el acuerdo con el Fondo para superar la crisis económica es una visión equivocada. La Argentina tenía su acuerdo y vivió una serie de crisis gravísimas. Y Brasil también pasó por crisis incluso teniendo su acuerdo. ¿Sabe a qué se parece el Fondo?
–Dígamelo.
–A una unidad de terapia intensiva. Uno no busca la manera de estar allí, sino la manera de salir. Por eso, lo fundamental es discutir cuál es la política que permitirá al país salir del Fondo. Esa es la agenda que el PT quiere debatir.
–¿Por dónde empezaría?
–A corto plazo debe haber renovación de líneas de crédito. El sector privado lo retiró, y ahora el crédito está cortado. Eso no ocurrió ni siquiera en la década del ‘80 con la crisis de la deuda.
–¿El crédito es la prioridad?
–Hay que restituirlo de inmediato. Después tendremos que desplegar una política agresiva para aumentar las exportaciones y el superávit comercial. Cuando Fernando Henrique Cardoso asumió Brasil tenía 10 mil millones de dólares de superávit comercial y un déficit corriente de 1700 millones. Después de la apertura comercial ingenua, el déficit trepó a 8500 millones de dólares. Con la devaluación, en enero del ‘99, comenzó a recuperarse el superávit, que en julio de este año llegó a 3800 millones de dólares. Pero ese superávit no se produce gracias al crecimiento de exportaciones.
–¿Y a qué se debe?
–A las devaluaciones. El pasivo interno dolarizado es muy elevado en toda la región y estamos obligados a generar superávit comerciales para enfrentar la crisis cambiaria.
–¿Usted piensa que la crisis es solo, por ejemplo, de Brasil, la Argentina o Uruguay?
–No, no es solo de la periferia, como fueron las de México y Rusia. La crisis aflige sobre todo a la periferia pero está en el corazón del sistema capitalista.
–¿Bajo qué forma?
–La manipulación de balances, por ejemplo. Las pérdidas en el mercado de capitales de los Estados Unidos, un país donde, tengámoslo en cuenta, el 35 por ciento de la riqueza está en la bolsa de valores. Esta caída significó una gran pérdida de riqueza para la gente.
–¿Por qué se produjo?
–Es una crisis de confianza, de crédito. Y la capacidad de respuesta es menor que antes.
–¿Qué efecto directo tendrá la crisis para la región?
–América latina vivirá momentos de gran adversidad externa. Esa es la razón por la que se deben buscar caminos alternativos. El primer desafío es reducir la vulnerabilidad externa.
–¿Cómo lo haría en Brasil?
–Empezaríamos por reducir los impuestos acumulativos, que inciden sobre la facturación. Aumentaríamos la línea de financiamiento del Banco Nacional de Desarrollo Económico Social. Y desplegaríamos una diplomacia del Mercosur, ya no solo brasileña, más agresiva comercialmente.
–¿En qué se vería la agresividad comercial?
–Por ejemplo en el tono de las negociaciones. El 60 por ciento de las exportaciones brasileñas a los Estados Unidos sufre algún tipo de barrera comercial. Pero resulta que las negociaciones para formar el Area de Libre Comercio de las Américas, el ALCA, excluyen 297 productos. Y además los Estados Unidos rechazan negociar sobre barreras no tarifarias. Los Estados Unidos son muy liberales en el discurso pero corporativos y proteccionistas en otros sectores. El PT cree necesario refundar el Mercosur para entablar una negociación común con los Estados Unidos y con la Unión Europea.
–¿Su país debería reestructurar la deuda externa?
–Bueno, no hay duda de que en el caso argentino solo la reestructuración de deuda aceptable.
–Pero yo le preguntaba por Brasil, no por la Argentina.
–En Brasil aún no llegamos a una crisis cambiaria que coloque ese tema en la agenda. Pero todo depende del restablecimiento de las líneas de crédito. Está claro que precisamente aumentar las exportaciones y, a la vez, que no podemos financiar la crisis cambiaria quemando reservas.
–¿Qué estrategia de crecimiento proponen para escapar de ese cepo?
–Crecer en sectores con gran impacto social y que no dependan del dólar para financiarse. La agricultura es fundamental. Genera excedentes de exportación, mejora el nivel de empleo por el crecimiento de la agricultura familiar y combate el hambre. Rusia salió de su crisis generando superávit.
–Tuvo la suerte de que en los últimos meses de 1998 justo aumentara el precio del petróleo, que Rusia exportaba. ¿Qué pasa con Brasil?
–No puede basarse en exportar solo commodities (productos con precio fijado internacionalmente). La crisis puede servir, y espero que sirva, para buscar mecanismos de coordinación macroeconómica y de integración regional que van mucho más allá de los intereses comerciales. Europa necesitó dos guerras para descubrirlo. América del Sur es más pobre, pero no necesita una guerra para entender que hay que unificarse si uno quiere ganar fuerza.
–¿Qué propone hacia la Argentina?
–Una solidaridad activa. Propongo que pongamos a funcionar una cámara de compensación comercial que desdolarice el comercio bilateral.
–Vuelvo al principio. ¿El PT participaría de una rediscusión con el Fondo?
–Fernando Henrique debe administrar la política económica hasta el final. No queremos un acuerdo con el Fondo a cualquier precio.
–Es lo mismo que dice Ciro Gomes, actualmente el principal competidor de Lula.
–¡Por favor! Ciro, como ministro de Cardoso, fue responsable del ancla del dólar y de la apertura comercial boba. El populismo cambiario fue responsabilidad suya. Ahí se abrió la importación. Está bien que después hizo una autocrítica, pero está en alianza con partidos como el Partido del Frente Liberal y el Partido Trabalhista Brasileño, los mismos que impulsaron a Fernando Henrique e incluso a Fernando Collor de Mello. Collor elogia mucho a Ciro, pero igual no vamos a hacer campaña contra Gomes sino sobre Brasil. Además, pobre Ciro: su campaña contra José Serra por el segundo puesto será muy dura.

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