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Los ánimos empezaron a caldearse por la mañana, cuando doce piqueteros fueron atropellados por una camioneta, y la tensión llegó a su máximo punto pasado el mediodía, cuando los desocupados que desde hace más de una semana cortan la Ruta 43 en la localidad santacruceña de Las Heras en reclamo de empleo y que a última hora del domingo tomaron la planta que allí tiene Repsol-YPF amenazaron con volar esas instalaciones. Aunque no llegó a concretarse porque los piqueteros se dieron un plazo para tratar de establecer un canal de diálogo con el gobernador Néstor Kirchner, la amenaza sigue en pie.
“No somos extremistas sino que queremos trabajar y vamos a seguir hasta las últimas consecuencias”, advirtió el piquetero Marcelo Carrizo a Página/12 al cierre de esta edición, mientras el intendente de Las Heras, José Luis Martinelli, viajaba a Río Gallegos con la intención de reunirse con Kirchner y encontrar una solución política al conflicto. “Todo queda supeditado a los resultados de esa reunión”, agregaron los desocupados y confirmaron que seguirían “subidos a los tanques con bombas molotov”.
Sin embargo, al cierre de esta edición nada indicaba que el intendente de Las Heras fuera a conseguir su cometido. “No tenemos nada que negociar con los piqueteros”, afirmó a este diario el subsecretario de Interior de la provincia, Juan Buontempo, y admitió que la reunión con Martinelli ni siquiera estaba prevista oficialmente.
Repsol-YPF, por su parte, denunció penalmente la toma de sus instalaciones en Las Heras y acusó a los desocupados de poner en “situación de alto peligro a las personas y el medio ambiente de la región”. Como consecuencia de la toma de la planta –en cuyos tanques se almacena el crudo extraído en la región y desde allí se lo bombea a Caleta Olivia–, la petrolera dijo haberse visto “obligada a comenzar a parar la producción de los pozos de petróleo y gas” de la zona.
Las Heras es una localidad con 10 mil habitantes, que básicamente se mueve alrededor de la industria del petróleo. Según un registro de los propios desocupados, en el pueblo hay unos 500 desempleados. Lo que los piqueteros están reclamando es la creación de 80 puestos de trabajo por medio de la implementación de una ley provincial que establece para las petroleras la obligación de contratar lo que se denomina “ayudantes de oficio” para trabajar en los campos petroleros.
“Desde la Subsecretaría de Trabajo se intimó a las empresas para que cumplan con esa obligación”, sostuvo Buontempo. Para justificar la razón por la cual el gobierno provincial “no cambió un centímetro su posición frente a los piqueteros”, el funcionario agregó que “para los desocupados tenemos un sistema de cooperativas para el trabajo en la construcción, al que puede incorporarse todo aquel que quiera hacerlo”.
“Lo que queremos es laburar e irnos de acá porque a nadie le gusta estar en la ruta”, explicó Carrizo. En el corte, los desocupados no sólo tuvieron que soportar ayer una nevada sino también que el conductor de una camioneta arremetiera contra el piquete y atropellara a doce de ellos, que tuvieron que ser internados con heridas de distinta consideración.