Desde Lima

La noticia del fallo de la fiscal chilena Mónica Maldonado a favor de la extradición del ex presidente Alberto Fujimori para ser juzgado en Perú por cargos de violaciones a los derechos humanos y corrupción fue celebrada por diversos sectores políticos y organismos de derechos humanos, tomada con cautela por el gobierno y minimizada por el fujimorismo.

Poco después de conocido el fallo, una solitaria Keiko Fujimori, congresista e hija mayor del procesado ex presidente, salió a dar una conferencia de prensa para asegurar que su padre no se fugaría, como aseguraban algunos rumores que comenzaban a circular por Lima.

El propio abogado del Estado peruano en esta causa, el chileno Alfredo Etcheberry, había advertido desde Santiago, minutos después de conocido el fallo de la fiscal Maldonado, que existía el riesgo de que Fujimori fugara, por lo que, señaló, estaba haciendo consultas con la Procuraduría Anticorrupción del Perú para solicitar a la Justicia chilena que revoque la libertad condicional de Fujimori y ordene su recaptura. El ex presidente peruano, quien ingresó sorpresivamente a Chile el 6 de noviembre de 2005, se encuentra en libertad condicional desde el 23 de mayo de 2006.

Al momento del envío de esta nota, un grupo de manifestantes convocados por los organismos de derechos humanos se concentraba frente a la embajada chilena en Lima para exigir la pronta extradición de Fujimori. Con las fotos de sus familiares asesinados o desaparecidos durante el régimen fujimorista colgadas en el pecho, los manifestantes llegaron hasta la embajada chilena gritando consignas como “Chino asesino, la cárcel es tu destino” o “Justicia ahora”.

“Estamos muy contentos con esta decisión de la fiscal Maldonado y esperamos que el fallo final se dé en esa misma línea”, señaló Gisela Ortiz, hermana de uno de los nueve estudiantes de la Universidad La Cantuta secuestrados y asesinados en 1992 por un escuadrón de la muerte del régimen fujimorista. El caso de La Cantuta es uno de los cargos por violaciones a los derechos humanos que pesan sobre Fujimori en el proceso de extradición. “Este fallo les da aliento y esperanza a los familiares de las víctimas del fujimorismo”, expresó Francisco Soberón, director de la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh).

Mientras los familiares de las víctimas del fujimorismo celebraban, del otro lado Keiko Fujimori, quien recibió la noticia del fallo de la fiscal Maldonado mientras se encontraba en el hemiciclo del Congreso, se puso al frente del fujimorismo para responder, restándole importancia a esta decisión judicial que acerca a su padre a la extradición. “Hay que mantener la prudencia. El fallo de la fiscal no es vinculante y hay que esperar con paciencia el dictamen en primera instancia del juez Alvarez, y obviamente la sentencia final de la Corte Suprema de Chile”, señaló Keiko Fujimori, esforzándose para que en su rostro no se haga evidente el golpe sufrido.

Pero la calma estuvo muy lejos de la bancada fujimorista cuando les llegó la noticia del fallo a favor de la extradición de su jefe. Conocida la noticia, los fujimoristas interrumpieron sus labores parlamentarias y comenzaron a consultar entre ellos y a llamar por teléfono. Luego de hacer diversas consultas, Keiko Fujimori puso su mejor cara y salió sola a dar la conferencia de prensa. La legisladora insistió en que no había pruebas sólidas que comprometieran a su padre.

El dirigente opositor Ollanta Humala celebró la decisión de la fiscal chilena, mientras en el gobierno el tema se tomó con prudencia. “Debemos dejar que la Justicia chilena actúe con libertad”, dijo el canciller José Antonio García Belaúnde.