La tercera fuerza política de Inglaterra perdió a su líder de 66 años. Menzies Campbell renunció ayer a la dirección del Partido Liberal Demócrata (PLD), tras una fuerte baja en los sondeos y reproches sobre su edad. En medio de cuestionamientos a su liderazgo, Campbell dimitió justo cuando el primer ministro británico, Gordon Brown, vive su primera crisis política luego de que las encuestas favorecieran a los conservadores.

El presidente de los liberales demócratas, Simon Hughes, y Vincent Cable, número dos que ahora pasó a reemplazar temporariamente a Campbell, fueron los encargados de dar la noticia ayer. Ambos líderes señalaron que el PLD tenía una gran deuda de gratitud con el dimisionario dirigente, que había aportado determinación y estabilidad a su partido. Los liberales demócratas anunciarán hoy un calendario para elegir al nuevo líder, que se pondrá al frente de su partido en forma definitiva.

Pese al silencio de Cable y Hughes ante la prensa, la cadena pública británica BBC indicó ayer que Campbell había considerado durante una reunión privada con miembros del PLD que no podría revertir los pobres resultados obtenidos por el partido en los últimos sondeos de opinión. Según los sondeos, el partido de Cable, que obtuvo 22 por ciento de los votos en las elecciones legislativas de mayo de 2005 en su mejor resultado desde 1923, cuenta ahora con el respaldo de sólo un 11 por ciento.

Desde que Brown anunciara el pasado 6 de octubre que no convocaría finalmente a elecciones generales adelantadas en otoño, como había barajado durante semanas, el liderazgo del Partido Liberal Demócrata suscitó muchas especulaciones a su alrededor. Sin embargo, ni Brown quedó bien parado tras amagar con adelantar las elecciones, ni Campbell satisfizo a su partido, luego de que los sondeos dieran siete puntos de ventaja a los conservadores, por encima del Partido Laborista, lo que representa su nivel más alto en 15 años.