Hugo Chávez no era muy querido en Santa Cruz, la provincia menos pobre de Bolivia, pero ahora el gobernador Rubén Costas ha decidido prohibirle la entrada. El presidente venezolano es visto por los cruceños como el principal responsable de la toma militar al aeropuerto de Santa Cruz de la Sierra y del enfrentamiento sucedido en la tarde del jueves, cuando los pobladores intentaron retomarlo. Lo que parecía un simple problema burocrático derivó en un conflicto político a escala internacional. El martes la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana) impidió que American Airlines, Transportes Aéreos del Mercosur y Gol operaran en la terminal de Viru Viru por no pagar una tasa fijada por la administración. Además, retuvo una nave de la compañía estadounidense, lo que fue leído por el gobierno de Evo Morales como un exceso. A eso se le sumaron las denuncias de corrupción contra los funcionarios de Aasana Santa Cruz, con hechos que van desde la duplicación de sueldos mediante horas extras hasta una deuda impositiva de 23 millones de dólares.

Debido a todo esto, Morales decidió intervenir militarmente el aeropuerto cruceño, que recibe el sesenta por ciento del tráfico aéreo boliviano y casi todos los vuelos internacionales que llegan al país. El viceministro de Régimen Interior, Rubén Gamarra, aseguró que se trató de una medida preventiva para evitar que la terminal pierda la categoría A, pero militarizar un aeropuerto civil, símbolo del despegue económico cruceño en la década de los ’80 fue leído por los líderes locales como poco menos que un golpe de Estado.

La primera reacción fue la del presidente del Comité Cívico, Branco Marinkovic, que citó a una marcha de retoma para las horas de la tarde. Así se reunió medio millar de personas que fueron repelidas por militares y policías con gases lacrimógenos. Ni diputados ni asambleístas se salvaron de los agentes químicos. La refriega se extendió hasta la noche del jueves, lo que motivó a Costas a convocar a una vigilia pacífica para el viernes por la mañana.

Antes de iniciar la marcha, el gobernador llamó a la prensa a su despacho para denunciar la presencia de venezolanos en la toma del aeropuerto y anunciar su primera decisión. “La primera medida que tomamos es que el señor Hugo Chávez no tiene pisada en este pueblo cruceño. Es una persona no grata y esto fue definido en el despacho del prefecto (gobernador) con todas las organizaciones cruceñas”, informó.

El enojo de los líderes de Santa Cruz contra Chávez es añejo, pero el presidente venezolano se encargó de avivarlo el pasado domingo, cuando desde su programa Aló presidente identificó a los “oligarcas de Santa Cruz” como los que quieren derrocar a Evo Morales y amenazó con convertir a Bolivia “en diez Vietnam” si el presidente indígena era derrocado.

Si a esto se le suma que el partido oficialista, Movimiento Al Socialismo, ha anunciado que si fracasa la Asamblea Constituyente aprobará los cambios con movilizaciones callejeras, la toma del aeropuerto fue leída no como el “inicio de la invasión”, pero sí como un ensayo general. A esto se sumó la denuncia de presencia de militares venezolanos en la terminal y la justificación del gobierno de Morales de que todo se había tratado de una medida para detener actos de corrupción.

Cuando la marcha de ayer llegó a Viru Viru, los militares se habían retirado. Costas se había preparado para resistir varios días, había suspendido las clases y decretado tolerancia para los funcionarios que quisieran asistir a la vigilia. Luego de retomar el aeropuerto, Costas calificó a Chávez de “macaco mayor” e imbécil. “Le vamos a dar en donde más le duele a este cobarde que anda diciendo que nos va a ametrallar y va a hacer un Vietnam. De repente estas cosas que están sucediendo acá son parte del plan de este imbécil, de Chávez”, dijo Costas, y añadió: “No tenemos ni una pizca de miedo”.

En La Paz, el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, aseguró que se había retirado la tropa para no caer en la trampa cruceña que busca generar violencia en el país. Por su parte, el vocero presidencial, Alex Contreras, llamó a las instituciones cruceñas a no obstruir la lucha contra la corrupción protegiendo a los corruptos de Aasana.

Desde Santa Cruz devolvieron el golpe y Costas aseguró que no protege a ningún corrupto, pero también exigió que el gobierno respete el estado de derecho, y si tiene dudas sobre el manejo de Aasana, haga auditorías y encarcele a los culpables.

Los analistas políticos salieron a criticar al gobierno y consideran que ésta fue una nueva metida de pata de los ministros de Morales en una región donde es resistido. Pero el problema no ha concluido. Además de las investigaciones por corrupción en la administración aérea, el gobierno ahora deberá dar explicaciones diplomáticas a Venezuela. La respuesta de Hugo Chávez llegará el domingo, cuando vuelva a referirse al tema en Aló presidente.