Alvaro Colom, de la Unión Nacional de la Esperanza (UNE), ganaba la segunda vuelta de las presidenciales en Guatemala. Con el 81,90 por ciento de mesas escrutadas al cierre de esta edición, Colom obtenía el 52,29 por ciento de los votos y Otto Pérez Molina, del Partido Patriota (PP), el 47,71 por ciento, según datos oficiales. En un reñido ballottage, la apatía y la abstención empañaron los comicios después de la campaña negra de ambos candidatos y la falta de debate político. Asimismo, la prensa local reveló que Pérez Molina habría plagiado en su propaganda ideas de la campaña del presidente de El Salvador, de un ex mandatario de México y de del argentino Fernando de la Rúa. Tampoco faltaron las alianzas a último momento con otros partidos, incluso con ex paramilitares.

En una jornada electoral en la que participaron seis millones de guatemaltecos (35 por ciento), los dos candidatos presidenciales votaron durante la mañana en un clima de tensión tras una campaña que fue la más sangrienta desde 1985, cuando las elecciones pusieron fin a la dictadura militar. Colom fue el primero en sufragar en un centro de votación ubicado en un sector residencial, en las afueras de la ciudad, mientras que Pérez lo hizo una hora y media después, cerca del mediodía, en una zona popular, en el centro capitalino. La votación se desarrolló sin conflictos, pero la afluencia de electores a las urnas fue muy limitada en comparación con la primera vuelta llevada a cabo el 9 de septiembre, en la que se eligió el nuevo congreso y autoridades locales. En esos comicios el autodenominado socialdemócrata, Colom, se impuso con el 25,62 por ciento de los sufragios, por encima del derechista Pérez Molina, que alcanzó el 21,35 de los votos. “Nosotros esperamos un mayor abstencionismo en las áreas urbanas y no en el área rural, donde nuestra gente, nuestro voto duro se moviliza de acuerdo con un programa estratégico que se está siguiendo”, señaló, el ex empresario Colom.

Por su parte, El Mirador Electoral, que reúne a una decena de organizaciones civiles, mostró preocupación por el ausentismo que podría llegar a un 65 por ciento al cierre de esta edición. Según fuentes consultadas por Página/12, los ataques mutuos entre los dos candidatos durante la campaña, el asesinato de militantes y el fin de semana largo habrían influido en los votantes. Hasta hoy, circulaban volantes y correos electrónicos en los que se acusaba a Colom de estar vinculado al narcotráfico y a Perez de asesinar a un obispo.

Asimismo el vicepresidente de Guatemala, Eduardo Stein, lamentó la poca afluencia de votantes en los comicios y consideró que la población tiene más interés en votar por el poder local, que ya fue elegido. Sin embargo, la apatía tendría más de una explicación en medio de una campaña sin debate público y con candidatos cuyos programas no parecen presentar diferencias sustanciales con el gobierno actual de Oscar Berges, de la Gran Alianza Nacional (GANA), informó una fuente consultada por este diario.

Un hecho sintomático de la falta de propuestas, fueron los spots publicitarios del PP. Hasta el slogan de la mano dura habría sido copiado, descubrió el diario guatemalteco El Periódico, para el que esa consigna proviene del entonces candidato a presidente salvadoreño, Antonio Saca. Si el derrocado ex presidente argentino De la Rúa decía que para otros el era aburrido en sus spots, Pérez optó por una táctica similar. “Me critican porque ofrezco mano dura”, dijo en uno de sus comerciales, donde la escena es idéntica a la de la Alianza. Si en la campaña del ex mandatario mexicano Vicente Fox aparecía una bandera su país levantada por un joven, el PP ahora la reemplazó por una de Guatemala, imitando las sonrisas, banderas partidarias, y ritmos del primer anuncio.

En unas elecciones peleadas, ambos contendientes debieron apelar al apoyo de los partidos que quedaron rezagados en la primera vuelta, de acuerdo con una fundación de Guatemala. Colom cerró acuerdos con fuerzas políticas locales como personalidades conservadoras, entre ellas Francisco Bianchi, cercano a iglesias neopentecostales influyentes y con personalidades del GANA. Sin embargo, también concitó el apoyo del centroizquierda como el partido Encuentro por Guatemala (EG), de Rigoberta Menchú, y la Unión Revolucionaria Nacional de Guatemala (URNG), informaron fuentes consultadas. Asimismo el líder de la UNE se reunió en las últimas semanas con ex paramilitares de los Patrulleros de Autodefensa Civil (PAC), con quienes se comprometió a pagarles las pensiones adeudadas por el actual gobierno, a cambio de ser electo presidente, según la prensa local. Por su parte, Pérez acudió a lideres disidentes del oficialista GANA, incluido el ex candidato Alejandro Giamattei que, según fuentes de la organización, rompió la organización para apoyar al general retirado.

Informe: Juan Manuel Barca.