Por primera vez se reunieron las FARC con el presidente venezolano Hugo Chávez. El encuentro que duró varias horas se produjo el martes con el fin de abordar el canje humanitario de rehenes de la guerrilla colombiana por presos rebeldes, anunció el líder bolivariano, que ayer se iba a volver a reunir con la insurgencia. Aunque no se revelaron mayores detalles, la conversación ocurrió un día después de que Chávez anticipara a la prensa que la insurgencia colombiana estaba en Venezuela, una noticia que según la prensa colombiana habría generado malestar en Bogotá. Por su parte, el esposo de Ingrid Betancourt, secuestrada por la guerrilla, dijo ayer que el venezolano era el único que podía lograr el intercambio humanitario y que los rebeldes estaban elaborando pruebas de vida de los rehenes. En tanto, Colombia pidió paciencia y llamó a la senadora Piedad Córdoba, facilitadora de las negociaciones, a informar sobre el canje.

La reunión de ayer con el emisario del jefe guerrillero, Manuel Marulanda, fue la primera y parece que no va a ser la última, dijo ayer Chávez, quien desde agosto se convirtió en mediador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Colombia gracias a las gestiones de la legisladora opositora Córdoba. “Hoy me reuní varias horas con el enviado de Manuel Marulanda. Fue la primera reunión, seguirán otras, tratando de buscar una solución, pero no es fácil”, reconoció el presidente de Venezuela, sin revelar la identidad del emisario rebelde. Según la cadena Globovisión, estaba previsto que las conversaciones continuaran ayer por la noche para avanzar en las negociaciones de paz.

El anuncio oficial del encuentro se produjo en medio de un acto público cerca del lago de Valencia, al oeste de Caracas, en el que Chávez defendió la reforma constitucional que viene llevando adelante. “Estamos tratando de avanzar en el acuerdo humanitario en Colombia”, dijo el líder venezolano. Si bien no dio a conocer los pormenores de la charla, señaló que hablaron de Simón Bolívar y el proyecto de reforma constitucional impulsado por Caracas. “Le comentaba a este emisario de Manuel Marulanda la emoción que sentimos cada vez que estudiamos la reforma”, dijo Chávez. “Comentamos sobre las reformas, explicándole algunas cosas, intercambiando ideas”, añadió.

Mientras tanto, Juan Carlos Lecompte, esposo de Betancourt, ayer se mostró optimista después de que Chávez anunciara recientemente que las FARC iban a realizar nuevas pruebas de vida de los rehenes que tienen secuestrados. “Ya se están elaborando las pruebas de fe de vida. No sé cuándo estarán listas. Los tiempos de las FARC son diferentes. No sé si las tendremos en un día, en una semana o en un mes”, dijo en Caracas el marido de la ex candidata presidencial de los Verdes de Colombia. “Chávez lo puede lograr porque, quiéranlo o no, es el líder de la izquierda en América latina hoy”, añadió. Pese a apoyar la gestión del canciller de la insurgencia, Rodrigo Granda, Lecompte reconoció que veía difícil reencontrarse con su mujer para Navidad, cuando ella cumplirá 46 años.

Por su parte, el presidente Uribe intentó mostrarse tranquilo el martes por la noche, antes de que se realizara la reunión inminente entre Chávez y las FARC. “Dejemos que se pueda hacer un trabajo prudente, y que ojalá sea eficaz, que generosamente han ofrecido el presidente Chávez y la senadora Piedad Córdoba. Tengamos paciencia y dejemos que las cosas discurran tranquilamente”, señaló. La declaración del mandatario colombiano se produjo en momentos en que los medios locales especulaban con una sensación de malestar en Bogotá porque el líder bolivariano informó primero a la prensa antes que a Colombia sobre el arribo de la delegación guerrillera a su país.

En tanto, la presidenta del Senado de Colombia, Nancy Patricia Gutiérrez, ratificó ayer la citación hecha a su colega Córdoba para que el 14 de noviembre presente ante una audiencia secreta las gestiones que ha hecho junto a Chávez respecto del intercambio humanitario. Córdoba tenía previsto iniciar ayer un viaje a España y Francia, pero canceló el vuelo para asistir en Venezuela al encuentro entre Chávez y los enviados de las FARC.