La ONU denunció torturas generalizadas y sistemáticas en las prisiones brasileñas. “Existe un hacinamiento endémico, condiciones inmundas de reclusión, un calor asfixiante, falta de iluminación y confinamiento permanentes. Además, la violencia general y la falta de una adecuada vigilancia conducen a la impunidad”, informó el Comité Contra la Tortura desde Ginebra. Los delegados de la ONU recorrieron las prisiones en 2005 y relevaron miles de denuncias. Según destacó el Comité, la violencia continúa. En agosto, 25 presos murieron carbonizados en un incendio provocado durante una pelea en una prisión del estado de Minas Gerais. Sólo en lo que va del mes, ocho personas murieron y otras 40 resultaron heridas en varios motines. A pesar de estas cifras, el gobierno brasileño rechazó el informe. “No han distinguido entre la práctica de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”, fue la defensa del Planalto.