Lunes, 24 de diciembre de 2007 | Hoy
EL MUNDO › DONDE, CUANDO Y COMO SERA LA ENTREGA DE LOS PRESOS DE LAS FARC
Mientras el gobierno de Chávez no decía una palabra, se especuló con que hasta Ingrid Betancourt estaría en Venezuela.
Por Eduardo Febbro
desde Caracas
La Navidad es un regalo hermético. Ninguna información oficial trascendió ayer sobre las condiciones, la fecha y el lugar en que serían liberados los tres rehenes secuestrados por las FARC, Clara Rojas, su hijo Emmanuel y la congresista consuelo González de Perdomo. En Caracas circulaban ayer todo tipo de especulaciones, incluida una información proveniente de Bogotá según la cual no sólo los tres rehenes ya se encontrarían en Venezuela sino, además, que la rehén francocolombiana Ingrid Betancourt, el ex congresista Eladio Pérez y los rehenes norteamericanos Keith Stansell, Thomas Howes y Marc Gonsalves también estarían en territorio venezolano. El vicepresidente venezolano, Jorge Rodríguez, calificó no obstante estos últimos rumores como “falsos”.
Frente al hermetismo del oficialismo chavista, todas las apuestas estaban abiertas. Sin embargo, el esquema más frecuentemente evocado apunta a una liberación de los rehenes con dos escenarios geográficos distintos: uno, su “entrega” en las regiones amazónicas de Venezuela. Dos: la “presentación” en Caracas en presencia de veedores internacionales entre los cuales se menciona con insistencia al ex presidente argentino Néstor Kirchner. Fuentes del gobierno venezolano destilan informaciones a geometría variable. Hablan de una liberación que se realizaría en un lugar situado entre Venezuela, Colombia y Brasil y que las tres personas serían entregadas no a Hugo Chávez sino a un emisario del presidente venezolano. Por lo pronto, en uno de los lugares más mencionados en los últimos días, el Estado de Barinas Oeste, cuyo gobernador es el padre de Hugo Chávez, los medios informativos presentes allí no constataron ningún movimiento policial o militar suplementario.
Las fechas de la liberación siguen abiertas: 24, 25, 26 de diciembre. El diario venezolano VEA, el medio más pegado al oficialismo venezolano, atrasó incluso el almanaque diciendo que, de pronto, en vez de un regalo de Navidad, habría que ir pensando en un regalo de Reyes. El silencio oficialista, las ilusiones, los rumores y la desinformación esbozan un dibujo lleno de direcciones. Ayer se volvió a evocar la idea de que los tres rehenes ya se encuentren en Venezuela luego de que hubieran cruzado la frontera a través de una zona donde hay escasa presencia militar situada entre el departamento de Arauca y el estado venezolano de Apure. El comisionado de paz de Colombia, Luis Carlos Restrepo, reiteró ayer la posición de Bogotá. Respondiendo a las acusaciones de Hugo Chávez según las cuales el gobierno o grupos afines estarían haciendo todo lo posible para impedir la liberación, Restrepo alegó, al contrario, que lo más importante sería precisamente que los tres rehenes fuesen liberados. “El gobierno ve con buenos ojos (la liberación). Tanto el señor presidente de la República como el señor ministro de Defensa y la Fuerza Pública, por supuesto, han dicho de manera expresa que no seremos obstáculo para esta liberación”, enfatizó Restrepo. En la misma declaración, el responsable interpeló a la senadora Piedad Córdoba y al presidente venezolano para que actuasen con mucha prudencia” en sus gestiones, “porque de lo contrario se enrarece el ambiente”. Por lo pronto, en Caracas no se confirmó la información que circula en la prensa brasileña y que da cuenta de una propuesta cursada por el presidente brasileño Lula da Silva al colombiano Alvaro Uribe poniendo a su disposición un territorio en Brasil a fin de que allí se lleve a cabo la negociación con las FARC.
Merece destacar una información paralela publicada por el diario El Tiempo. El rotativo revela que hace unos dos meses el congresista norteamericano James MacGovern aceptó mantener un encuentro con las FARC siempre y cuando el grupo insurgente liberara a uno de los rehenes norteamericanos que mantienen cautivos desde hace años. Según El Tiempo, el gobierno de Alvaro Uribe está convencido de que esa liberación eventual forma parte de un plan destinado a presionarlo para que acepte la demanda de las FARC que ha rechazado con insistencia: la creación de una zona de despeje en Colombia. Esa información habría sido divulgada por Uribe en la reunión que se llevó a cabo en Medellín con ex presidentes miembros del llamado Círculo de Montevideo. Uribe está convencido de que esa intervención del congresista norteamericano más la de otros políticos del ámbito internacional apuntan a presionar a las FARC para que no acepten la zona de encuentro que él les propuso e insistan en el despejo de los dos municipios de Florida y Pradera para llevar a cabo allí el canje humanitario. La historia, según el medio, habría comenzado hace dos meses cuando Piedad Córdoba, que en ese momento era mediadora, se entrevistó con los congresistas demócratas James McGovern, Bill Delahunt y Gregory Meeks, que respaldaron su gestión.”En esa ocasión, a MacGovern le dijeron que líderes de las FARC estaban muy interesados en sostener una reunión con ellos en Caracas –aseguró el viernes una fuente cercana al congresista–. Dijo que sí, pero si soltaban a uno de los secuestrados americanos.”
El Tiempo sostiene que “esa liberación va a ser usada por las FARC para presionarlo con el tema del despeje: ‘Son los únicos secuestrados durante su Gobierno. Si liberan a uno, es la mejor excusa para que EE.UU. se incline por el despeje”, dice el diario, citando una fuente gubernamental anónima. McGovern y los otros dos congresistas mencionados enviaron una carta al jefe de las FARC, Manuel Marulanda, donde expresaron su satisfacción por la liberación de los tres rehenes que ahora todo el mundo espera que se sepa cuándo, dónde y cómo.
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