EL MUNDO › LAS COINCIDENCIAS ENTRE LOS MAXIMOS RIVALES
Candidatos de vidas paralelas
Las trayectorias políticas de Gerhard Schroeder y Edmund Stoiber siguieron hasta hace cuatro años trayectorias similares, que incluso llegaron a aproximar personalmente a los dos dirigentes. “Edmund Stoiber y yo tratamos de impulsar la economía de los Estados federados que gobernamos y en caso necesario ayudamos a sanear empresas. La diferencia entre los dos es que los domingos el colega pronuncia discursos neoliberales y yo me abstengo de hacerlo”, dijo Schroeder cuando era primer ministro de Baja Sajonia.
En la misma época, Schroeder y Stoiber fueron invitados a un programa de televisión en el que se les interrogó sobre lo que a cada uno le agradaba y le molestaba del otro político. “Lo único que me molesta de él es que es miembro de la Unión Socialcristiana (CSU)”, dijo Schroeder, a lo que Stoiber reaccionó con una carcajada. En esa época, tanto Schroeder, como gobernante de Baja Sajonia, como Stoiber, como primer ministro de Baviera, solían llamar la atención por sus posiciones heterodoxas con respecto a las cúpulas del SPD y de la Unión Cristianodemócrata (CDU), partido hermanado con la CSU sólo implantado en territorio bávaro. Stoiber le daba dolores de cabeza al ministro de Finanzas y jefe de la CSU de la época, Theo Waigel, con sus constantes críticas al Tratado de Maastricht. Schroeder era una pesadilla constante para los socialdemócratas más ortodoxos al repetir constantemente que “no existe una política económica socialdemócrata sino solo una moderna y una antimoderna”.
En 1995 los dos políticos organizaron en Bonn una cumbre de la industria automovilística que causó malestar tanto en filas democristianas como socialdemócratas y hubo quien dijo irónicamente que Schroeder y Stoiber buscaban “una gran coalición de los coches”. El tema de la gran coalición, asociada a los nombre de Schroeder y Stoiber, se tocó bastante más en serio poco antes de las elecciones de 1998, cuando hubo quien consideró que en caso de que el SPD logrará ser partido mayoritario pero no pudiera hacer una coalición con Los Verdes, el político bávaro podría convertirse en vicecanciller y ministro de Exteriores. La revista Der Spiegel aseguró en aquella época que Stoiber, considerando esa posibilidad, había comunicado a sus colaboradores más cercanos que nadie lo oiría formular un ataque personal contra Schroeder.
Tras conocerse los resultados de 1998, las cosas empezaron a cambiar. “Usted dijo una vez que lo que admiraba de Edmund Stoiber era que cumple lo que promete”, le recordó Stoiber a Schroeder en uno de los dos debates televisivos de la presente campaña. “Eso debió ser hace mucho tiempo”, le respondió el canciller con tono seco.