EL MUNDO
Guerra civil en Washington
Aviones norteamericanos y británicos destruyeron ayer el radar del aeropuerto civil de la segunda ciudad de Irak, Basora. Pero no es el comienzo de la guerra contra Saddam Hussein. Más bien, la guerra ocurrió en EE.UU. Mientras el New York Times y el Washington Post acusaban al presidente de usar el tema de Irak para la campaña electoral de noviembre, Bush se reunió ayer con legisladores republicanos y demócratas y dijo después que “había acuerdo” para que el Congreso que le dé facultades especiales para ir a la guerra. Pero el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Tom Daschle, dijo que tal acuerdo no existía. Más temprano, Bush, su portavoz Ari Fleischer y el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, insistieron en señalar los vínculos de Saddam con la red Al-Qaida de Osama bin Laden. Es más: un importante asesor del Pentágono, Richard Perle, anunció que el programa de inspecciones de armas de la ONU “será una farsa”. Claro que ayer el secretario de Estado norteamericano Colin Powell llegó a un acuerdo con los británicos sobre una propuesta de resolución en la ONU (ver nota principal) para reglamentar justamente las inspecciones. Nada nuevo: es otro episodio de la disputa entre el Pentágono y el Departamento de Estado.