Israel Beiteinu, el partido de ultraderecha liderado por Avigdor Lieberman, obtuvo un resultado menor al esperado. Con 86 por ciento de los votos escrutados al cierre de esta edición, la formación racista y xenófoba de Lieberman obtenía entre 14 y 16 bancas parlamentarias, frente a las 20 pronosticadas. Sin embargo, teniendo en cuenta las 11 detentadas hasta ahora, el crecimiento es significativo, a punto tal que Israel Beiteinu se convirtió en la tercera fuerza política israelí. “Nos hemos convertido en un partido importante, y ahora detentamos la llave del futuro gobierno”, declaró Lieberman.

Minutos después del cierre de la votación, el líder de Israel Beiteinu informó que recibió llamadas telefónicas de los dos principales contendientes, Benjamin Netanyahu y Tzipi Livni. A pesar de declarar que se encontraba dispuesto a escuchar todas las propuestas, Lieberman dejó en claro sus preferencias. “Es cierto que Livni obtuvo una victoria que para muchos fue una sorpresa. Pero lo importante es que el campo de la derecha obtuvo una clara mayoría”, señaló. Y especificó aún más su voluntad. “Nuestro deseo es que una coalición de derecha forme gobierno. No lo ocultamos y no renunciaremos a nuestros principios a la hora de pactar”, agregó.

Y es que, para muchos, a pesar de los resultados, Israel Beiteinu determinó en gran parte el contenido de la campaña, respaldado por el clima desatado a partir de la ofensiva sobre Gaza, que tendió a inclinar a la derecha al electorado.

Entre las propuestas de esta formación, existen dos particularmente radicales. Por un lado, el tema de la lealtad de los ciudadanos árabes israelíes hacia el carácter judío del Estado de Israel. A éstos, Israel Beiteinu les exigiría, de acceder al gobierno, jurar lealtad al carácter judío y sionista del Estado de Israel, so pena de perder la ciudadanía y/o el voto.

Por otra parte, las posiciones de este partido hacia Hamas, si bien hoy no suenan muy distintas a las de los otros partidos, fueron pioneras en hablar acerca de la necesidad de la eliminación total del movimiento islamista como la única forma de lidiar con el conflicto palestino. “Con la cuestión de Hamas, hay que hacer como hizo Putin con Chechenia”, preconizó Liberman en una ocasión.

Además, entre las ideas defendidas durante la campaña se encuentra la propuesta de desplazar por la fuerza a cerca de 100.000 palestinos que hoy viven en Cisjordania hacia lo que serían las fronteras de un futuro Estado Palestino.

Esta clase de propuestas fueron las que más rédito le reportaron a Israel Beiteinu. “La composición de cualquier futura coalición depende ahora de Lieberman. El es el gran ganador de estas elecciones, debido a la agenda que ha impuesto”, sostuvo Menachem Hofnung, profesor de Ciencia Política de la Universidad Hebrea de Jerusalén en el diario israelí Haaretz. “Su ascenso generó un efecto muy similar al que provocó Le Pen en Francia hace algunos años. Corrió todo a la derecha”, agregó el profesor.