El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, anunció ayer un gran cambio en las prioridades de gastos del Pentágono, recortando algunos caros programas de armas de la época de la Guerra Fría y aumentando los gastos referidos a la lucha contra el terrorismo. El funcionario indicó que se prevé un recorte en los 1400 millones de dólares del programa de defensa antimisiles y en gastos para adquirir nuevos helicópteros presidenciales, al tiempo que se eliminará un plan para la compra de avanzados aviones de combate

F-22, que cuestan unos 140 millones de dólares cada uno. En contraste, Gates propuso un aumento de 11.000 millones de dólares para reclutar tropas, más dinero para helicópteros en Afganistán y entrenamiento a fuerzas extranjeras para combatir la contrainsurgencia. Las fuerzas militares recibirán además 50 nuevos aviones no tripulados del tipo Reaper y Predator para atacar a militantes en Pakistán, Afganistán e Irak.