“ONU, ¿dónde estás?”, rezaba uno de los cárteles que levantaba la pequeña multitud de jóvenes iraníes frente a la sede de la organización en Teherán. Más tarde se sumarían a cientos de miles de personas en la manifestación central en la plaza Imán Jomenei, pero antes quisieron hacer saber su molestia con la comunidad internacional. Cientos de jóvenes opositores vestidos de negro protestaron durante más de una hora por el oportunismo de las grandes potencias, que sólo hablan de la situación Irán cuando se trata de la cuestión nuclear. Además, después de seis días de protestas y más de una decena de muertos, ningún funcionario de Naciones Unidas se pronunció contra el gobierno de Mahmud Ahmadinejad. En los últimos días, los mensajes que llegaron a través de Internet mostraron el enojo de muchos jóvenes con los medios de comunicación occidentales y también musulmanes. Según denunciaron, no respondieron a sus mensajes durante el día de los comicios, el viernes pasado, ni en las horas posteriores.