Una prensa libre es algo bueno, pero no cuando se trata de las hijas del presidente Barack Obama, quien introdujo medidas sin precedentes sobre cuáles son las fotos que podemos ver de Sasha de 8 años y Malia de 10 y cuáles no. Hace una semana, los fotógrafos en la Casa Blanca capturaron al presidente saludando a Sasha, que estaba parada en el balcón. Inmediatamente la oficina de prensa pidió que las agencias de noticias no las distribuyeran. Los Obama confrontan el mismo dilema que muchas primeras familias antes que ellos. Pocas cosas le granjean el cariño de una nación a su líder como las fotos familiares. Pocas fotos han sido más tiernas que las de JFK hijo y Carolina jugando en el Salón Oval. Por otro lado, el presidente y la primera dama quieren proteger a sus hijas de los paparazzi. Las chicas pueden ser fotografiadas sólo cuando están en eventos formales.