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Ban Ki-moon, el secretario general de las Naciones Unidas, defendió su despido de un alto funcionario de la ONU, quien acusó a la organización de cerrar los ojos al fraude en las elecciones afganas. Ban negó que el manejo de la ONU sobre las elecciones hubiera manchado su credibilidad y le aconsejó a Abdullah Abdullah, el derrotado candidato presidencial, que “olvidara el pasado”.

Peter Galbraith, el vicerrepresentante especial de la ONU en Afganistán, fue removido de su puesto en septiembre después de acusar públicamente a la misión de la ONU en Kabul de cubrir hasta cierto punto el fraude en las elecciones del 20 de agosto. La discusión reflejaba las divisiones internacionales sobre el apoyo al desacreditado líder afgano Hamid Karzai. Esta semana, Galbraith describió la victoria de Karzai como un “fiasco” que socava la naciente democracia de Afganistán.

Ayer, Ban acusó a Galbraith de arriesgar la “integridad” de la cadena de mando de la ONU al hacer públicas sus acusaciones. “No acepto las afirmaciones de que la ONU ha estado cerrando los ojos al fraude”, dijo Ban, añadiendo que el segundo mandato de Karzai era legal. “Esta victoria es legítima. Es por eso que Gordon Brown, Obama y muchos otros líderes felicitaron a Karzai.”

El jefe de la ONU negó que hubiera despedido a Galbraith con motivo del tema de si hubo o no fraude, sino porque el diplomático estadounidense había discutido con el jefe noruego de la misión, Kai Eide, por una reducción en la cantidad de centros electorales. “El fraude no se hubiera evitado en la forma en que Galbraith decía. Afirmaba que había que reducir los centros de votación, lo que sería igual a privar al pueblo afgano de sus derechos básicos de votación.”

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.