Martes, 29 de diciembre de 2009 | Hoy
EL MUNDO › EL PATRóN COMúN DE LOS ATACANTES EN EL MUNDO
Por Daniel Howden *
En los desiertos bordes de las fronteras de Mali y Nigeria, los enviados de la ONU han sido capturados y un turista, ejecutado por un grupo que se llamó a sí mismo Al Qaida en el Magreb, la misma organización que está librando una campaña de bombas en Argelia. En Nigeria, el hogar del sospechoso del ataque al vuelo 253, Umar Farouk Abdulmutallab, 500 personas murieron este año en sangrientas batallas entre las autoridades y una secta islámica anunciada como “Talibán Nigeriano”. Y tres hombres de Mali aparecieron en un juzgado en Nueva York anteriormente este mes descriptos como los primeros operadores de Al Qaida encargados de traficar droga a través del Sahara. Las autoridades estadounidenses quieren probar que los terroristas han formado una creciente alianza con los señores de la droga que gobiernan los estados narcos de Africa occidental.
Del otro lado del continente, en Somalia, los terroristas suicidas son ahora algo común. Los militantes islámicos de Al Shabaab tienen las filas llenas de jihadistas extranjeros y colocan en Internet fotos de sus ataques mortíferos como tributo a Osama bin Laden. La diáspora de los somalíes está bajo severo escrutinio después de que un hombre fue relacionado con un complot con bombas en Australia, mientras que somalíes que crecieron en Estados Unidos y Europa han vuelto a sus hogares como terroristas suicidas voluntarios. La ONU anunció la semana pasada sanciones contra Eritrea por la supuesta ayuda a un movimiento ligado a Al Qaida, en medio de temores que el gobierno somalí apoyado por Occidente pudiera caer, dejando el camino libre para que la red terrorista se hiciera cargo.
Nacido en Africa, o por lo menos incubado en Sudán, se dice que Al Qaida está conduciendo una radicalización de la enorme población musulmana del continente. En un testimonio en el Senado de Estados Unidos en marzo, el jefe de comando norteamericano en Africa, general William Ward, dijo que Al Qaida había aumentado su influencia “enormemente” en el norte y el este de Africa en los últimos tres años. No hay, sin embargo, ninguna ola uniforme, radical que azote el continente. Al Qaida no es un movimiento masivo en Africa en ninguna forma reconocible. Los conflictos, tensiones y crisis que yacen bajo esos hechos son diferenciados y casi siempre locales en su génesis. Las luchas y los objetivos no son globales y el factor aglutinante es la emergencia del Islam radical en estados anárquicos en Africa Oriental y Occidental.
Hay un patrón claro: primero se comete la acción, luego se afirma la lealtad a Al Qaida –como fue el caso con Abdulmutallab, arrestado este fin de semana por el intento de bombardear el avión que se dirigía a Detroit–. Hace tiempo que la red terrorista es sospechada de tener un centro de operaciones que toma órdenes de Bin Laden y figuras como el egipcio Ayman Al Zawahiri.
De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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