EL MUNDO › EL BANCO CENTRAL EUROPEO BAJO SUS TASAS POR PRIMERA VEZ EN UN AÑO
Abriendo el paraguas cuando ya llovió
Los nubarrones que se posan sobre la economía norteamericana ya llegaron a Europa. Y en ambos casos sacan el mismo paraguas, aunque en los hechos ya estaba lloviendo. Por primera vez en más de un año, el Banco Central Europeo recortó ayer en medio punto porcentual su tasa de interés directriz, del 3,25 al 2,75 por ciento, para combatir los riesgos de desaceleración económica en la zona euro. Fuera de esta zona, pero todavía en la Unión Europea (UE), también bajaron sus tasas Dinamarca (medio punto) y Suecia (0,25 por ciento), mientras Gran Bretaña decidió no tocarlas. La Reserva Federal norteamericana recortó varias veces sus tasas en el 2001 para enfrentar la recesión económica del país, hasta llevarla, el mes pasado, a 1,25 por ciento, luego de que estuviera 3,50 por ciento a mediados del año pasado.
La decisión, que los mercados daban por descontado, fue tomada en la reunión celebrada en la sede del BCE en Frankfurt. El BCE también bajó medio punto porcentual, hasta el 3,75 por ciento, la facilidad marginal de crédito, que rige los prestamos a los bancos, y la facilidad de depósito, hasta el 1,7 por ciento. De este modo, el precio del dinero en la zona monetaria euro se sitúa en su nivel más bajo desde noviembre de 1999. En el mismo ritmo que la Reserva Federal de Estados Unidos, el BCE hizo numerosos recortes durante el 2001, pero este año no había tocado las tasas. En la conferencia de prensa posterior al anuncio, el presidente del BCE, Wim Duisenberg, justificó el recorte por los persistentes riesgos de desaceleración económica y porque las tensiones inflacionarias, una de las preocupaciones principales del BCE, parecen controladas. “Nuestra decisión debería ayudar a mejorar las perspectivas económicas de la zona euro aportando un contrapeso a los actuales riesgos de desaceleración del crecimiento. El crecimiento en la zona euro seguirá siendo moderado en los próximos meses”, precisó.
Duisenberg anunció que el año que viene la inflación en la zona euro podría caer y mantenerse por debajo del 2 por ciento, el límite considerado deseable por el BCE. “La rebaja de la tasa despeja el horizonte por un tiempo”, dijo, dejando entrever que no habrá un nuevo recorte del precio del dinero a corto término. Pero Duisenberg remarcó que para la primera mitad del año que viene el BCE “revisará seriamente” su política monetaria. La política del BCE se apoya sobre dos indicadores: el crecimiento del indicador monetario M3, que sirve para conocer la masa monetaria que circula por la eurozona, y una serie de datos coyunturales que sirven para anticipar la inflación. Varios economistas consideran que el BCE debe dejar de prestarle atención al M3, heredado del Bundesbank, el banco central alemán.
El FMI elogió la decisión del BCE. Su vocero, Thomas Dawson, dijo que “esta decisión está de acuerdo con lo que habíamos indicado y recomendado, ante lo que vemos como un retroceso de la inflación y una economía más débil”.