El gobierno argentino expresó ayer su “profunda preocupación” por la situación que atraviesa Libia e instó a una “solución pacífica dentro de un diálogo democrático constructivo”, a través de un comunicado de la Cancillería. Unos 70 argentinos viven allí, algunos de los cuales informaron que abandonarán el país en las próximas horas. Bolivia y Chile se sumaron al pedido de paz; en el caso del presidente boliviano, Evo Morales, bajo la especificación “sin intromisiones externas”, aclaró en su mensaje. Perú dio por terminadas las relaciones diplomáticas con Libia. Mientras algunos países continúan con sus movimientos de repatriación de sus ciudadanos desde el país africano, como es el caso de España y Canadá, la secretaria de Estado de Estados Unidos se dirigió directamente a Muammar Khadafi: “La violencia tiene que parar”. Además, adelantó: “Estamos en contacto con muchos funcionarios libios y con otros gobiernos en la región. En la medida en que entendamos mejor qué está pasando tomaremos medidas”.