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“Ultima boda de lesbianas y gays esta tarde a las 17.30 en la Puerta del Sol”, dice un cartel pegado en uno de los vallados de la plaza, previendo que con la llegada del Partido Popular a la Moncloa este derecho pueda verse derogado. El PP cuenta entre sus filas con la flor y la nata de la derecha católica, el Opus Dei y los Legionarios de Cristo, acérrimos opositores de otra conquista del PSOE, además de la legalización del matrimonio gay: la ley del aborto.

Es la vuelta a España confesional. Así lo ve el candidato de Izquierda Unida Cayo Lara, como señaló a Página/12. “Sin duda regresa a España el nacionalcatolicismo en un país que es mayoritariamente laico y donde muchos creyentes están muy alejados de los planteamientos ultras de algunos dirigentes del PP, que coinciden con los obispos más poderosos de la jerarquía católica. De aquí en adelante, los del PP pondrán todas las trabas legales posibles a los derechos cívicos conquistados.”

El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero legalizó en 2005 el matrimonio homosexual y permitió la adopción igualitaria. En 2010, modificó la ley del aborto para que las mujeres puedan interrumpir el embarazo hasta las 14 semanas, cuando antes sólo era legal en caso de violación, malformación del feto o amenaza a la salud física o psicológica de la madre.

Los populares nunca aceptaron la última reforma del aborto. Interpusieron un recurso ante el Tribunal Constitucional para tratar su entrada en vigor y las Comunidades Autónomas gobernadas por la derecha dijeron que no pensaban aplicar la norma. En el programa de gobierno el PP habla de modificar la ley para “reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores”. Rajoy primero estuvo de acuerdo con derogar la ley, después se declaró a favor de cambiarla. “Lo que no acepto es que una chica de 16 años pueda abortar sin el consentimiento de sus padres. Hay que buscar una fórmula, estamos trabajando en ello, que proteja el derecho a la vida y sea acorde con la última sentencia del constitucional” dijo en entrevista con la Cadena Cope, de la Conferencia Episcopal. La Justicia decidió en julio del año pasado no suspender la norma.

Al electo jefe de gobierno si algo lo ha caracterizado es la ambigüedad de sus declaraciones durante la campaña. Sobre el matrimonio homosexual Rajoy dijo que prefería el término “unión civil” y nada expresó sobre la adopción. “Estas leyes permitieron hacer avanzar a una sociedad que ya no es tan cristiana como antes e intentar modificarlas o derogarlas sería un mal paso y crear un problema donde no existe”, dijo a la agencia AFP Evaristo Villar, portavoz de Redes Cristianas, una organización que agrupa a 150 colectivos católicos progresistas. En España se celebraron más de 20 mil bodas entre personas del mismo sexo desde 2005 y muchos de las parejas tienen hijos.

Para el politólogo Juan Carlos Monedero, los derechos civiles no están separados de los derechos sociales: forman parte de un mismo programa. “Las derechas necesitan una coartada ideológica: en España es el nacionalcatolicismo. En esta derecha conviven los neoliberales con los conservadores tradicionales y herederos del franquismo”. El profesor de la Universidad Complutense agrega en diálogo con este diario: “El PP tiene que recortar los derechos como el aborto o el matrimonio homosexual porque es el precio que paga por tener entre sus filas a los ultras. En última instancia, el proyecto es económico y la educación religiosa es un gran negocio.” Habemus problema en puerta.