EL MUNDO › SADDAM COBRA 100 DOLARES POR DIA A LOS PERIODISTAS
El alto precio de seguir informando
Por F. P.*
Desde Bagdad
La situación de los periodistas se ha vuelto más incierta que nunca. En medio de otro día de bombas, la preocupación no era tanto preservar la integridad física sino mantener el derecho a seguir informando. Cincuenta reporteros recibieron ayer un susto cuando apareció una lista conminándolos a abandonar el país. Anoche aún no se había aclarado la situación, pero al parecer la cosa se podría solventar pagando una tasa de 100 dólares diarios al Ministerio de Información.
Algunos periodistas llevan dos meses trabajando en Irak y por tanto tendrían que pagar hasta 6000 dólares. Ayer fue un día de sobresalto también para la cadena de televisión árabe Al Jazeera. La propia cadena transmitió ayer en sus boletines que las autoridades iraquíes han pedido a su enviado especial, Taisir Aluni, que abandone el país. Aluni es un periodista que cobró fama tras entrevistar en Afganistán a Osama bin Laden y a otros dirigentes de Al-Qaida. Y Al Jazeera es la única televisión instalada en ciudades iraquíes como Basora y Mosul. Fue también la primera en transmitir la matanza de 14 civiles en una calle comercial de Bagdad. Los periodistas y técnicos de Al Jazeera emplazados en Irak no querían pronunciarse ayer sobre la decisión del gobierno iraquí. Se mostraban cariacontecidos y confiaban en que el problema se fuera arreglando.
Los reporteros de Al Jazeera no eran los únicos preocupados anoche por su situación. Siete periodistas italianos andaban por los pasillos del hotel Palestina sin saber muy bien qué va a ser de ellos en las próximas horas. El viernes de la semana pasada se encontraban en Kuwait cubriendo la guerra. Decidieron pasar la frontera y adentrarse en la ciudad iraquí de Basora para comprobar sobre el terreno si era cierto que la población llevaba varios días sin agua y para saber si había rebeliones o no. De repente, fueron detenidos, trasladados a Bagdad, que se encuentra a unas seis horas en coche, y hasta el momento continúan sin poder trabajar. No pueden hacer llamadas de teléfono ni salir del hotel y describir lo que ven, como el resto de periodistas.
Y como si la lista de los 50, la tarifa iraquí, lo que pasó con Al Jazeera y el episodio de los italianos fuera poco, el hotel Sheraton y el Palestina, los dos donde se alojan los periodistas, quedaron sin luz, como el resto del barrio donde se hallan. Los bombardeos norteamericanos llegaban a afectar el suministro eléctrico. Y muchos artículos fueron escritos a la luz de una vela.
* De El País de Madrid, especial para Página/12.