El pastor Claudio Guerra confesó los operativos ilegales en que participó en un libro que a sus autores les llevó una investigación de tres años. Memorias de una guerra sucia habla del pasado, como el libro Conociendo al enemigo, del pastor Alberto Conrado Avegno, aún inédito, habla de un momento difuso de su vida. Cuando los periodistas brasileños que lo entrevistaron para Folha de São Paulo le preguntaron a quién se refería con lo de “enemigo”, respondió: “a Satanás”.

Ese texto, que según el ex servicio de Inteligencia tiene unas cien páginas, relata sus experiencias, aunque sin aclarar si se trata de sus correrías como espía al servicio de la dictadura brasileña o de su papel como predicador evangélico. El libro donde Guerra describe la incineración de cuerpos de opositores al régimen en un ingenio azucarero del estado de Río de Janeiro, un atentado en esa misma ciudad en el Pabellón de Río Centro organizado por la DOPS en 1981, el crimen del periodista Alexandre Baumgartem y el intento de asesinato de Leonel Brizola, se vende desde mayo. Los interesados pueden adquirirlo a través de Internet.

Sus declaraciones son consideradas una pieza fundamental de las investigaciones que lleva adelante la Comisión de la Verdad, que tiene dos años para realizarlas. Resta saber si Avegno se explayará más de lo que dijo en la entrevista concedida este mes. Aunque su libro sobre Satanás nada podría aportar. Explicó que el original se perdió, sin más comentarios.