El presidente estadounidense, Barack Obama, negó ayer categóricamente que Estados Unidos esté trabajando con partidos políticos o movimientos específicos para dictar cómo debería desarrollarse la transición en Egipto. En una declaración emitida por la Casa Blanca, Obama aseguró que el gobierno estadounidense sigue comprometido con el pueblo egipcio y su aspiración a la democracia, las oportunidades económicas y la dignidad.

“Pero el camino futuro de Egipto sólo puede determinarlo el pueblo egipcio”, puntualizó la declaración. El presidente, que pasa el fin de semana en la residencia de verano de Camp David, mantuvo ayer una conferencia telefónica con su equipo del Consejo de Seguridad Nacional, para analizar la situación por la que atraviesa Egipto. Según la nota emitida por la Casa Blanca al término de la conferencia, el presidente estadounidense condenó la violencia y expresó su preocupación por la continua polarización política que vive el país árabe tras el derrocamiento de Mursi. Obama reiteró, además, que su país no está alineado ni apoya a ningún partido político o grupo específico en Egipto. “A lo largo de ese proceso, Estados Unidos seguirá comprometido con el pueblo egipcio en un espíritu de cooperación, consistente con nuestra larga amistad e intereses compartidos, incluido nuestro interés por una transición a una democracia sostenible”, enfatizó el comunicado.